Aperitivea enfrenta la tarea de difundir la cultura del vino
La prestigiosa convocatoria de Aperitivea ha acogido la temática del enomundo en su última edición, revalidando un año más su compromiso con la cultura gastronómica y, en particular, con la apreciación de los caldos. Aperitivea, un encuentro ya referencia en el panorama que fusiona la gastronomía y cultura popular, presenta una edición dedicada íntegramente a la difusión de la cultura vinícola.
La edición ha incluido una batería de actividades en las que se han abordado diferentes aspectos de la realidad vitivinícola. Exposiciones, charlas y catas han abierto un camino de conocimiento en torno a la tradición del vino, un producto ampliamente arraigado en nuestro país que, sin embargo, a menudo recibe menos atención de la que merece.
Vislumbrando el amplio espectro que envuelve a la viticultura, Aperitivea ha propuesto un abrimiento multiangular donde se han expuesto aspectos tales como la historia del vino, variedades y origen del mismo, así como técnicas de cata y maridaje, para poder disfrutar al máximo de esta bebida milenaria.
Se ha enfatizado, por ejemplo, el significado cultural y social que lleva la vid, desde una perspectiva que va más allá de la cata y degustación y se adentra en prácticas vitivinícolas y las diversas filosofías de producción.
Para promocionar la edición, Aperitivea echa mano de su credo de tender puentes entre la alta gastronomía y la cultura popular. Así, ha contado con una diversa programación en la que han tenido cabida tanto maestros del vino y sommeliers profesionales, como activistas culturales e interesados en general. El éxito de la convocatoria es palpable y confirma la proliferación del interés en la cultura del vino.
Aperitivea, en su propósito de expansión cultural, invita a la reflexión no sólo en torno a las Copas de Goya o los Ánforas de Fenicia, sino también en relación al signo de identidad cultural que supone el vino y la necesidad de valorarlo y apreciarlo en todas sus vertientes.
