La industria del whisky escocés se caracteriza por su tradición y meticuloso proceso de elaboración, lo que hace que cada nueva expresión sea un acontecimiento significativo. En este contexto, Highland Park, una de las destilerías más antiguas de Escocia, con 227 años de historia, ha presentado su última joya: un single malt de 56 años que resalta no solo la destreza de sus maestros, sino también la singularidad de su terruño.
Una Edición Limitada de Excepcional Calidad
Este whisky, cuya destilación data de 1968, proviene de un lote de diez barricas que el maestro destilador Gordon Motion identificó en 2008 por su «complejidad y vivacidad excepcionales». Tras ser transferidos a barricas de jerez de primera llenada, estos whiskies han evolucionado para convertirse en algunas de las expresiones más raras de la destilería. Este último lanzamiento presenta contenido que nunca antes había sido embotellado, elevando aún más su exclusividad.
Según Motion, “nuestros whiskies más raros y antiguos son la máxima expresión del arte de Highland Park”. Las barricas son productos naturales y cada una es única, lo que genera sorpresas en el proceso de maduración. Esta segunda maduración ha permitido llevar los sabores más allá, creando un producto verdaderamente especial que refleja tanto la tradición como la innovación.
La destilería es reconocida por su carácter floral y sutilmente ahumado, con un trasfondo de miel que se nutre de las particularidades del paisaje de las Islas Orcadas. Las condiciones climáticas severas, especialmente los fuertes vientos, contribuyen a la evolución de un tipo de turba única, recolectada en Hobbister Moor, que define el perfil aromático del whisky.
“La caracterización de la turba de brezo de Highland Park se mantiene firme incluso después de tantos años”, afirma Motion, subrayando la falta de la madera intensa que comúnmente se asocia con whiskies de esta edad.
Además, la presentación de esta edición rinde homenaje a los antiguos Standing Stones of Stenness, que datan de 5,000 años, superando en antigüedad a Stonehenge. La colaboración entre el prestigioso ebanista John Galvin y el diseñador de vidrio Michael Rudak ha permitido un diseño atractivo y significativo para el envase de este exclusivo whisky, que estará disponible en solo 170 botellas a nivel global, con un precio de £40,000 por unidad.
Notas de cata: Frutas rojas suaves, miel nubosa, un toque de jerez Amontillado añejo, galletas de jengibre y una sutil bruma de humo perfumado.