Ardbeg: El renacer de una tradición ancestral en la isla de Islay
Ubicado en las costas bravas del sureste de Islay, la destilería Ardbeg se levanta, orgullosa heredera de un linaje que se remonta a dos siglos atrás. Reconocida por sus whiskies profusamente ahumados, esta destilería escocesa suma constantemente galardones y reconocimientos internacionales a su legado.
Ardbeg: Cruce de historias y sabores
El viaje de Ardbeg comienza en 1815, cuando John MacDougall obtiene licencia para erigir la destilería a orillas del mar, al sureste de la isla de Islay. La sucesión incluyó a figuras destacadas como la de Colin Hay, que toma las riendas en una época de crisis y lucha por mantener a Ardbeg a flote con la ayuda de la familia Buchanan.
El whisky Ardbeg alcanza renombre internacional a mediados del siglo XIX, gracias a los negociantes del Reino Unido que exportan estos preciados licores hacia América, Australia y Nueva Zelanda. El whisky de Islay se vende como el mejor de Escocia, convirtiéndose en orgullo de la región.
Pasados los años y superada la Segunda Guerra Mundial, en 1977 Ardbeg cambia de manos al ser adquirida por Hiram Walker, inversor estadounidense. Sin embargo, la producción de whisky cae en picado y en 1981 se cierra la destilería, con la consiguiente pérdida de empleos y devastación del pueblo. Sólo hasta 1997, la famosa destilería Ross-shire Glenmorangie adquiere Ardbeg y reanuda la producción del whisky de manera permanente.
En 2005, una nueva etapa se inicia para la destilería cuando el gigante del lujo LVMH, bajo la dirección de Bernard Arnault, se une a la aventura. Con este cambio, Ardbeg eleva su producción a más de un millón de litros y entra en una nueva dimensión.
Luego de un hito histórico de dos siglos, en 2015 Ardbeg celebra su bicentenario y lanza su exquisitez marina «Perpetuum» en celebración. La destilería escocesa cierra su historia hasta el presente con la venta de un barril único de 1975 por un precio récord de 16 millones de libras esterlinas en 2022.
Ardbeg: Caracterizado por su excepcional tourbe
El secreto de este especial whisky recae en su proceso de malteado que transforma el grano de cebada en malt con la ayuda de levaduras. El producto estrella de Ardbeg son sus whiskies ahumados, con toques de turba. Diferente a sus competidores de Islay, como Lagavulin o Caol Ila, Ardbeg opta por usar el malt más ahumado del mercado proveniente del pueblo Port Ellen.
Ardbeg añade diez hectáreas de pura turba a sus terrenos y a sus whiskies. El agua utilizada en la producción proviene del lago Loch Uigeadail, situado a tres millas de la destilería.
En Ardbeg, la madera es parte integral de la elaboración del whisky. Estos fúts de roble son artesanías originarias del continente americano o curso de las generaciones cambiantes de fabricación de whisky, Ardbeg ha demostrado una resiliencia notable y se ha destacado como una destilería excepcional en la industria del whisky. Con un vibrante legado y una inclinación innata por la innovación y la artesanía excepcional, Ardbeg sigue siendo una gema esencial en la corona del whisky escocés. No cabe duda de que su reputación seguirá creciendo, como lo ha hecho durante los últimos doscientos años.
