Blackdown Park estrena su primer vino, tras una década de cuidado viñedo
Nick Clarke, propietario de la histórica finca Blackdown Park, ubicada cerca de Haslemere, Surrey, obtuvo la propiedad en 2010 y ha venido trabajando en ella con dedicación y esmero durante la pasada década. Durante estos años, ha plantado 25 acres de viñedos de Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier repartidos en cinco parcelas. Las más antiguas datan de 2004 y las más recientes de 2018. Esta finca se encuentra en el punto más alto de los South Downs, con un suelo mezcla de arena, arcilla y pedernal sobre lecho de roca caliza.
La primera cosecha
Después de muchos años de cuidado y trabajo en el viñedo, Blackdown Park ha lanzado la primera cosecha al mercado el pasado septiembre. Habitualmente, al hablar de vinos de calidad es posible que pensemos en territorios más tradicionales como la Rioja en España o la región de la Toscana en Italia, pero este debut inglés ciertamente tiene mucho que ofrecer.
Presentando el Weyborne Family Estate Reserve 2018
La primera aparición de Blackdown Park en el mercado del vino ha sido con su Weyborne Family Estate Reserve 2018, un vino procedente de Surrey, Inglaterra. Con un contenido de alcohol del 12%, este vino nace de un 61% de cepas de Chardonnay, 34% de Pinot Noir y 5% de Pinot Meunier. La fruta proviene de la parcela más antigua de la finca, con una extensión de 1 acre en el Diddy Field, plantada en 2004.
Esta parcela está situada a 160 metros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en una de las más extremas, climáticamente hablando, en el Reino Unido, aunque se beneficia de una orientación sur. El 3% de este vino fermentó en barrica, mientras que el resto lo hizo en acero inoxidable. Se descorchó en 2021 sin dosificación.
Los conocedores de vino encontrarán en el Weyborne Family Estate Reserve 2018 un estilo ligeramente oxidativo, pero agradable al olfato con notas de manzana madura, pera y limón y ligeras notas de tostado. Al degustarlo, encontramos bien integrados la acidez y las notas de almendra y brioche, además de una fruta con toques herbáceos que aporta complejidad a la botella. Aunque el precio puede parecer un poco elevado frente a algunos de sus competidores, su equilibrio y la delicia a vino prometen convertirlo en un nuevo favorito en el mercado inglés y, por qué no, a nivel internacional.