El mágico dominio del Clos des Fées: una mirada a la trayectoria de Hervé Bizeul
Imagina un viñedo tallado en paisajes serrados en Roussillon, compitiendo sin complejos con los grandes crús del vino francés, un escenario mágico que se hace ilustre por su propietario, Hervé Bizeul. De origen perpignés y ex sumiller y periodista, su amor por las palabras es tan evidente como su pasión por la uva. En su dominio, maneja con precisión las letras, tal y como cuida sus vides, con dedicación y precisión, creando vinos cuyo resultado es simplemente abrumador.
Después de una doble vida como sumiller y periodista para Cuisine et Vins de France, en 1997, Hervé Bizeul inició su aventura vinícola con el Clos des Fées. Su incesante deseo de crear su propio vino lo llevó a las carreteras de Roussillon, donde en una zona apartada cerca de Vingrau encontró sus vides perfectas. Un lugar majestuoso donde reconoció el potencial arcilloso del suelo y su buen drenaje, y donde las antiguas vides envejecen plácidamente en altitud.
El Método de los 3 V de Bizeul
Para entender por qué las vides locales envejecían tan bien, Bizeul decidió aplicar lo que él llama la «Método de los 3V»: «Viejo, Villa y Vingrau». Trabajando la tierra de sus viñas al estilo de sus predecesores evitó los productos químicos y cuando fue necesario, recurrió a productos de síntesis en muy pequeñas cantidades para no dañar ni a su viñedo ni a sus consumidores.
Además, Bizeul se equipó con tecnología para controlar la temperatura de la vinificación y adquirió un eficaz despalillador y una buena bomba sin realizar ninguna inversión que pudiera despojar al vino de su terroir identitario. Así, Hervé Bizeul adoptó una filosofía que, al igual que las grandes bodegas francesas, cuidadoptó y preservó la esencia de su vino.
El terroir excepcional de Bizeul es conocido por su clima a veces duro, su suelo poco generoso y sus bajos rendimientos, pero Hervé ha aprendido a trabajar con estas condiciones. Esta rareza no impide, sin embargo, la excelencia del vino. Por el contrario, Bizeul está convencido de que puede hacer un gran vino en este terreno.
Su tenacidad, creatividad y energía le han llevado a experimentar con las variedades de uva syrah, cabernet-sauvignon, cabernet-franc, pinot noir y tempranillo, creando vinos sin igual que no dejan de sorprendernos. Incluso planea producir un vino espumoso utilizando la variedad tempranillo.
Con todo, está claro que gracias a la creatividad y pasión de Hervé Bizeul, el Roussillon está disfrutando de un renacimiento enológico. Es evidente que este hombre, que supo inspirarse en dominios míticos, ya está siendo fuente de inspiración para muchos otros.