NoticiasInternacionalFamilia Kientzler, seis generaciones de vinicultura desde 1866 en corazón de Alsacia

Familia Kientzler, seis generaciones de vinicultura desde 1866 en corazón de Alsacia

La familia Kientzler, ubicada en Ribeauvillé, en el centro de Alsace, ha estado perpetuando la cría vitícola desde 1866. Trabajando principalmente 1.5 hectáreas del más pequeño de los grands crus alsacianos (8.53 hectáreas), el dominio revela cuvées de alta categoría para hacer madurar en la bodega.

Más de un siglo de tradición vitivinícola en la familia Kientzler

La historia de la familia Kientzler lleva ya bastante tiempo en marcha. En 1866, Dominique-Alphonse, un tendero en el corazón del pueblo de Ribeauvillé, en Alsace, ya era dueño de viñedos heredados de su padre y abuelo. En 1895, fundó la cooperativa vitivinícola de Ribeauvillé con varios de sus amigos viticultores. Su hijo y sucesor, Alphonse Kientzler, llevó las viñas a otro nivel con la ayuda de tres trabajadores, la creación de una bodega y la adición de tres prensas.

Después de la Segunda Guerra Mundial, François Kientzler, hijo de Alphonse, convirtió la vid en su principal actividad tras haber estudiado en la escuela de viticultura de Grangeneuve. En 1971 se unió a él su hijo André Kientzler, quien, tras dos años de aprendizaje en la escuela de viticultura de Beaune, vino a echar una mano a su padre.

Con la llegada de la mecanización y las ventas al extranjero en 1972, André trasladó su lugar de producción a las afueras de Ribeauvillé, a solo dos kilómetros del hotel de la Tour. Seis personas conformaban el equipo del dominio que se extendía sobre nueve hectáreas dominadas por chasselas. Padre e hijo reestructuraron el viñedo, arrancando las viejas vides y favoreciendo las cepas nobles. André prestó especial atención a sus terroirs, que defendió apasionadamente.

Desde 2009, Eric y Thierry Kientzler, los dos hijos de André, se han hecho cargo del viñedo, que ahora cubre 13.8 hectáreas, incluyendo 4.4 de grands crus.

El dominio André Kientzler se preocupa por los cambiantes climatológicos que ponen en peligro las plantaciones, como sucede con todos los viticultores. Ellos mantienen las vides plantadas por François hace casi 80 años, que representan más del 10% del viñedo. Los Kientzler crean vinos secos que entregan una gran pureza aromática y una expresión mineral estupenda de los suelos.

En Alsace, el dominio ha sido de los primeros en recolectar la variedad gewurztraminer para mantener una excelente frescura y equilibrio perfecto. La vinificación se realiza en cuba de acero inoxidable para no marcar demasiado el vino. Eric y Thierry aprecian la labor de las generaciones pasadas y tienen voluntad de mantener las tradiciones que les han sido transmitidas.

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