NoticiasInternacionalCrisis en la industria vinícola francesa exige soluciones urgentes según FranceAgriMer

Crisis en la industria vinícola francesa exige soluciones urgentes según FranceAgriMer

Introducción: La industria del vino francés está en un estado de emergencia. El tiempo para la búsqueda de soluciones y acuerdos que permitan la recuperación de este sector, que atraviesa la peor crisis de su historia, se agota. Jérôme Despey, presidente del Conseil spécialisé Vins en FranceAgriMer, ha expresado recientemente su preocupación en una entrevista para la revista especializada Vitisphere.

La unión de España, Italia y Francia ante la crisis

Despey ha recordado al Ministerio de Agricultura el desafío que supone esta crisis para los países más representativos del sector vitivinícola. Asegura que hay muchos puntos en común que unen a los vinicultores de España, Italia y Francia en términos de mercado, problemas derivados del cambio climático y aspectos económicos. Este líder del sector insiste en la necesidad urgente de identificar las diferentes estrategias que cada país debería emplear para hacer frente a la crisis.

Uno de los temas de mayor preocupación para Despey es la erradicación temporal y permanente de las viñas, algo que también supone un reto para Italia y España. Por ello, ha apelado al Ministro de Agricultura, Marc Fesneau, para que invite al Comisario Europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, a tomar cartas en este asunto de manera inmediata.

La Comisión Europea, por su parte, ha anunciado la formación de un Grupo de Alto Nivel (GAL) que empezará a operar en septiembre, con el objetivo de determinar las directrices estratégicas a partir de 2025.

Despey advierte que, aunque el GAL está encargado de planificar el futuro del sector vitivinícola a la luz de la futura Política Agrícola Común, los asuntos urgentes no deben pasar primero por este grupo. Si esto ocurre, argumenta, se perdería aún más tiempo y el calendario para proporcionar los recursos que satisfacen las necesidades de los vinicultores perdería vigencia.

Para Despey, el GAL no debe interferir con las fechas pactadas con la Comisión Europea y debería garantizar la representación adecuada de la industria vitivinícola, citando la insuficiencia de una única audiencia para los representantes del sector del vino el próximo 11 de septiembre.

El futuro de la industria del vino en Francia depende de medidas adecuadas y rápidas, que permitan afrontar la que hoy es su peor crisis.

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