La revalorización del grignolino, un clásico vitícola del Piamonte
Si hablamos de grignolino, hablamos de esencia pura del Piamonte, una región con un legado vitivinícola indiscutible. El grignolino es un vino italiano caracterizado por su tinte púrpura casi traslúcido, con sutiles notas de naranja, y un núcleo de sabores tan intensos como su historia. Este varietal, hasta hace poco relegado y casi olvidado en los estantes de las bodegas, ha retomado vuelo y se posiciona en la vanguardia del gusto contemporáneo, apreciado por la relevante profundidad de sus sabores y su nerviosismo en paleta.
El resurgir del grignolino
En palabras de Vitaliano Maccario, presidente del Consorcio de la Barbera d’Asti y los vinos del Monferrato, «Estamos muy orgullosos de poder representar uno de los antiguos viñedos piamonteses que enriquecen el panorama vinícola», pues, su versatilidad y frescura ha cosechado una gran popularidad reciente, gracias a la dedicación y esmero de los viticultores que han comprendido la potencialidad del grignolino a largo plazo. Entre esos viticultores, destacamos a Dante Garrone, presidente ste del Asociación de Productores de Grignolino de Asti DOC y Piamonte Grignolino, un verdadero apasionado por la actividad vitivinícola.
Según Garrone, el grignolino de Asti se encuentra en un momento de gran vigor tanto en la viña como en el mercado. Ha experimentado un crecimiento notable, con un aumento del 30% en la cantidad de botellas embotelladas en 2024 en comparación con el año anterior. En el paladar, este vino muestra una gran flexibilidad para el maridaje, lo que lo hace particularmente adecuado para un consumo jóven e informal, perfecto para un público que valora la versatilidad y frescura.
En el panorama internacional, países nórdicos como Dinamarca y Suecia, e incluso los Estados Unidos, se están inclinando por vinos menos estructurados y más versátiles, perfectos para consumidores que prefieren estilos menos imponentes. Además, segmentos demográficos más jóvenes, como los millennials y la Generación Z, están demostrando un creciente interés por este tipo de vinos.
El perfil del nuevo consumidor de grignolino se puede identificar en dos tipos: jóvenes que buscan vinos ‘inteligentes’, versátiles y adecuados para contextos informales, y los expertos que aprecian las cualidades únicas del grignolino, un vino de nicho que ofrece una singularidad atractiva y distintiva.
El grignolino, un vino que en sus inicios fue sinónimo de rusticidad, se ha convertido en un verdadero cisne del vino, adquiriendo una riqueza y delicadeza con el paso del tiempo que lo convierte en un placer indiscutible para el paladar. A través de una correcta vinificación, este auténtico prodigio del Piamonte está volviendo a reclamar su prestigio y deja en claro que ha venido para quedarse.