El vino blanco seco más exquisito para los productos del mar, el Chablis, es una experiencia enológica verdaderamente espectacular. Este vino repleto de frescura y una tensión bien lograda, junto a sus aromas nítidos y poco invasivos, lo hacen el candidato perfecto para degustar con una mesa completa de exquisiteces del mar.
Un viaje al maridaje con Chablis
No es sorpresa que el Chablis y sus notas yodadas se convierten en el compañero perfecto para los productos marítimos, desde las delicadas ostras hasta un hermoso pescado de sutil sabor. Pero tened cuidado, evitar un vino criado en barrica es imprescindible, ya que las notas amaderadas casan terriblemente mal con estos manjares marinos. De esta forma, los maridajes con Chablis suelen ser variados, ya que no hay diferencias abismales entre las posibilidades de un Chablis genérico y un gran cru.
Al adentrarnos en el apasionante mundo del maridaje, debemos reconocer que la complejidad de las texturas y de los aromas de los platillos serán el factor determinante. Nada mejor para disfrutar de un Chablis que conocer bien su tipicidad, consejos de conservación y los posibles maridajes para cada denominación.
El Petit Chablis, por ejemplo, con sus notas de frutas blancas, flores blancas y minerales, se disfruta en su frescura con mets marinos de sabores poco pronunciados, o incluso, quesos cremosos. Si preferimos rumbos más sofisticados, el Chablis 1er cru, se recomienda con un sabroso risotto de verduras verdes o un selecto surtido de quesos de la región.
Échale un vistazo al Chablis grand cru, el rey indiscutible de la gastronomía, que es un vino de equilibrio sutil y exquisito. Prepara un platillo de volaille en salsa cremosa o una poêlée de champiñones y disfrutarás de la grandeza de este vino. Sin embargo, es un reto de paciencia, puesto que este grand cru necesita entre diez y quince años para expresarse totalmente.
Para gozar de este maravilloso vino, una receta especial que os compartiremos, son las moules marinières al Chablis, un plato delicioso que despierta las papilas gustativas. El Chablis parece creado para este platillo, ¡es un verdadero placer para paladares exigentes!