En el panorama vitivinícola de Burdeos, existe una división geográfica tan tradicional como impactante en sus vinos: la Rive Gauche (orilla izquierda) y la Rive Droite (orilla derecha), separadas por los ríos Garona y Dordoña. Cada una de estas zonas tiene una propuesta vinícola única, solventada en diferencias de suelo, variadales de uva y estilos de vino que generan.
Un río, dos estilos de vino
La distinción entre las dos orillas remite a la ubicación de los viñedos en relación a los ríos. La Rive Gauche, al sur de la Garona, es conocida por sus suelos con alto contenido de gravas y cavidades de argila y arena, ideales para el cultivo de la variedad de uva Cabernet Sauvignon. El resultado son vino tintos potentes, delicadamente tánicos y de larga guarda.
La Rive Droite, ubicada al norte de la Dordoña, se diferencia por sus suelos más arcillosos y frescos, apropiados para la cultivación de Merlot. Aquí se producen vinos tintos de cuerpo medio, con mayor suavidad y accesibilidad en su juventud.
El vino de Burdeos se define principalmente como un vino tinto de guarda, producto de la mixtura de varietales, conformando cada orilla una propuesta vinícola única. Pero, ¿qué es lo que distingue a un vino de la Rive Gauche de uno de la Rive Droite? Profundicemos aún más en las características de cada una de estas orillas.
Por un lado, la Rive Gauche, es el corazón clásico de Burdeos, con viñedos icónicos como el Médoc y Graves. Aquí, en suelos principalmente de gravela, predomina el Cabernet Sauvignon, complementado con Merlot y, en menor medida, Petit Verdot y Cabernet Franc. Los vinos producidos en la Rive Gauche se distinguen por su carácter, tánico y potente, y su capacidad para envejecer con elegancia, desarrollando una gama compleja de sabores a medida que maduran.
La Rive Droite, por su parte, se ubica al norte de la Dordogne. Sus viñedos más reconocibles incluyen a Saint-Émilion y Pomerol, donde el Merlot reina. Los suelos de argila, fragmentados por cálcico y arena, brindan a estos vinos una estructura más suave y flexible, con una elegante frutalidad.
Además de las diferencias en las variedades de uva y los perfiles de sabor, las dos orillas también difieren en tamaño y en propiedad. La Rive Gauche alberga a los más grandes viticultores, con fincas enormes que son, en su mayoría, propiedad de grandes consorcios e inversores. La Rive Droite, por otro lado, está compuesta por una mayor cantidad de pequeñas explotaciones pertenecientes a viticultores individuales. Este detalle hace que los vinos de la Rive Droite suelan ser algo menos «comunes» que sus homólogos de la Rive Gauche.
En síntesis, para hacer una selección adecuada de vinos de Burdeos, es esencial entender estas diferencias entre la Rive Gauche y la Rive Droite. Son estas discrepancias las que dan a los vinos de Burdeos una diversidad y complejidad únicas.