La viticultura en la Denominación de Origen Rías Baixas ha iniciado su ciclo vegetativo con una mezcla de esperanza y desafío. En esta región, la llegada de la primavera no solo marca el renacer de la vid, sino que también supone un momento crítico para viticultores y bodegas. Este periodo está lleno de responsabilidad, ya que los productores deben estar alertas ante diversas amenazas, incluidas las plagas que pueden comprometer la calidad y cantidad de la producción vitivinícola.
La polilla del racimo: un enemigo temido
Uno de los principales retos en esta región es la polilla del racimo (Alobexia botana), una plaga que se reproduce en tres ciclos anuales, causando daños significativos en las viñas. Esta plaga no solo altera la producción de uvas, sino que también deteriora la calidad del vino. En su fase larval, las orugas de la polilla penetran en los racimos, provocando pérdidas que pueden ascender al 50% de la cosecha.
Aunque históricamente los viticultores han recurrido a insecticidas, en los últimos años se ha adoptado una práctica más sostenible: la confusión sexual. Esta técnica consiste en liberar feromonas sintéticas que imitan a las feminos, lo que desorienta a los machos y previene la fecundación. Los tratamientos de confusión sexual se aplican en momentos críticos del ciclo de vida de la polilla, especialmente al inicio del brote, entre finales de marzo y principios de abril, cuando la actividad del insecto se intensifica.
Un esfuerzo colectivo por la sostenibilidad
En 2019, las principales cooperativas del Val do Salnés se unieron para implementar esta técnica en conjunto. Martín Códax, la Sociedad Cooperativa Vitivinícola Arousana, y Condes de Albarei colaboraron para maximizar los beneficios de la confusión sexual, creando «cotos» donde se aplican tratamientos coordinados. Este enfoque permite una mayor eficacia en el control de la plaga, ya que aumenta la superficie total tratada y reduce la incidencia general de la polilla.
El trabajo en equipo de estas cooperativas no solo ha demostrado su efectividad en la reducción de insecticidas, sino que también ha generado un cambio significativo en la mentalidad de los viticultores, que cada vez están más dispuestos a adoptar métodos de cultivo sostenibles. Con la confusión sexual, el impacto ambiental se minimiza, protegiendo tanto la salud de las uvas como la del ecosistema.
Ventajas del uso de la confusión sexual
Existen múltiples beneficios asociados a esta práctica. Entre ellos, destacan:
- Accesibilidad: Las feromonas son fáciles de conseguir y su aplicación es menos complicada que la de los insecticidas tradicionales.
- Efectividad: Los tratamientos permiten un control prolongado de la polilla y reducen la necesidad de intervenciones químicas adicionales.
- Economía: El coste de la aplicación de feromonas es comparable al de los insecticidas, pero con menos aplicaciones requeridas.
- Sostenibilidad: Al no utilizar productos químicos, este método respeta el medio ambiente y la salud de los consumidores.
La viticultura en Rías Baixas, sin duda, enfrenta retos significativos, pero la transición hacia prácticas más sostenibles como la confusión sexual marca un camino prometedor. Estas iniciativas no solo protegen la calidad del vino, sino que también posicionan a la denominación como un referente en la producción responsable y respetuosa con el medio ambiente.