En la efervescente escena de la hostelería madrileña, el «Sangría Bar», ubicado dentro del emblemático Mercado de la Reina en la Gran Vía, está revolucionando las preferencias de bebida de sus clientes. Si bien el vino y la cerveza siempre han sido las elecciones habituales en las comidas, parece que la icónica sangría está ganando terreno de forma decidida.
Revitalizando la tradición sangría
Esta bebida desenfadada, a menudo pasada por alto en favor de opciones más sofisticadas, ha recuperado su posición gracias a la propuesta del «Sangría Bar». Raúl Carmona y sus socios del Grupo Mercado de la Reina, responsables de otros establecimientos de éxito en la ciudad, decidieron apostar firmemente por la sangría, logrando convertir su bar en un lugar de encuentro tanto para los madrileños como para los turistas que visitan el corazón de la capital.
El «Sangría Bar» en Madrid fue inaugurado el pasado 4 de octubre en el local donde antes operaba el restaurante Parrilla de la Reina, otro negocio del Grupo. Desde entonces, la popularidad de esta bebida a base de vino, licores y frutas ha sorprendido incluso a sus propietarios. En palabras de Carmona, «la sangría ha superado al vino en ventas en apenas seis meses. Representa el 60% de nuestras ventas de bebidas, frente al 40% que supone el vino».
Además de la sangría, tanto en su versión gourmet como casera, el bar ofrece otras opciones como vino, cerveza y refrescos. Pero es la sangría la que se lleva los aplausos, con opciones variadas que van desde la clásica sangría servida en jarra con frutas, hasta botellas gourmet de marcas como Cabecita Loca, Alma Atlántica o Lolea que los clientes, atraídos por sus llamativos diseños, a menudo solicitan llevarse como recuerdo.
Esto, en combinación con una carta gastronómica rica y variada -que incluye desde raciones de pulpo a la brasa hasta bikinis, un sándwich de jamón y queso a la parrilla que ha «causado furor»-, hace del Sangría Bar una parada imprescindible en la Gran Vía madrileña.
Por irónico que pueda parecer, a pesar de ser una de las bebidas más representativas de España y de su cultura, la sangría no se inventó en este país. Según los historiadores, fueron los ingleses quienes descubrieron sus bondades en el siglo XVII durante un viaje a las Indias Occidentales. Gracias a iniciativas como el Sangría Bar, esta antigua bebida está viviendo una auténtica reinvención en pleno corazón de Madrid.
