Siempre que se celebra la Barcelona Wine Week, el epicentro del vino en España, sabemos que será una cita clave para descubrir nuevas tendencias, estilos y, sobre todo, reafirmar el protagonismo de ciertas denominaciones. Este 2025, una de las grandes protagonistas ha sido, sin lugar a dudas, la Denominación de Origen Rías Baixas, que ha cautivado a los asistentes con su inconfundible Albariño y su marcada personalidad atlántica.
Como experta en vinos, he tenido la oportunidad de catar innumerables etiquetas de distintas partes del mundo, pero hay algo en los Rías Baixas que siempre me sorprende. No importa cuántas veces los pruebe, esa mezcla de acidez vibrante, frescura y mineralidad sigue siendo irresistible. En esta edición de la feria, la variedad Albariño ha sido la estrella indiscutible, confirmando que su proyección internacional sigue en ascenso y que los vinos de esta denominación han alcanzado un nivel de refinamiento digno de los mejores blancos del mundo.
Albariño de Rías Baixas: Un vino que nunca deja de sorprender
Hablar de la DO Rías Baixas es hablar de una denominación que ha sabido preservar su identidad y, al mismo tiempo, evolucionar para adaptarse a los nuevos tiempos. Su uva emblemática, el Albariño, se ha convertido en un referente mundial por su frescura y versatilidad. En esta edición de la Barcelona Wine Week 2025, el público ha podido comprobar de primera mano cómo esta variedad sigue mostrando diferentes matices según la zona de cultivo y las técnicas de vinificación empleadas.
Uno de los aspectos más fascinantes de esta denominación es su diversidad. Pese a que la uva Albariño domina la producción, la personalidad de los vinos varía en función de la subzona en la que se cultivan. Actualmente, la DO Rías Baixas se compone de cinco subzonas, cada una con características únicas:
- Val do Salnés: La cuna del Albariño y la subzona con mayor tradición vinícola. Sus vinos son los más frescos y con una marcada acidez, ofreciendo aromas cítricos y un retrogusto salino que recuerda al océano.
- O Rosal: Situada en la desembocadura del río Miño, produce vinos más florales y equilibrados, con una acidez más integrada.
- Condado do Tea: Al estar en el interior, su clima es más cálido, lo que permite elaborar Albariños con mayor cuerpo y notas de fruta madura.
- Ribeira do Ulla: Una de las subzonas más jóvenes, cuyos vinos se caracterizan por su frescura y perfil frutal.
- Soutomaior: La más pequeña de todas, pero con vinos de gran elegancia y una mineralidad destacada.
Estas diferencias han sido clave en la cata que se ha llevado a cabo durante la feria, permitiendo a los asistentes descubrir cómo un mismo Albariño puede expresar matices distintos dependiendo del terroir en el que se cultiva. Como amante del vino, me resulta fascinante cómo la misma variedad puede ofrecer registros tan diversos y complejos dentro de una misma denominación.
Barcelona Wine Week: el trampolín internacional para Rías Baixas
Uno de los aspectos más relevantes de la Barcelona Wine Week es su papel como plataforma para proyectar los vinos españoles en los mercados internacionales. Este año, el interés por los vinos de Rías Baixas ha sido notable, con distribuidores de todo el mundo buscando incorporar Albariños a sus catálogos.
Personalmente, me ha impresionado la cantidad de sumilleres y críticos extranjeros que han elogiado la evolución de estos vinos. No solo han destacado su ya conocida frescura, sino también su capacidad de envejecimiento, algo que hasta hace poco no se solía asociar con los blancos de esta denominación.
En esta edición, hemos podido degustar no solo los clásicos Albariños jóvenes, sino también vinos con crianza sobre lías, fermentaciones en ánforas y fudres de roble, e incluso espumosos elaborados con Albariño. La innovación ha sido una constante y ha demostrado que la DO Rías Baixas tiene mucho más que ofrecer de lo que muchos imaginan.
El reto del cambio climático y la apuesta por la sostenibilidad
Si algo ha quedado claro en la Barcelona Wine Week 2025, es que la viticultura está cambiando y las bodegas de Rías Baixas lo saben bien. El impacto del cambio climático ha llevado a los productores a adaptarse y buscar soluciones para mantener la calidad de sus vinos sin perder la identidad atlántica que los hace únicos.
Una de las tendencias más evidentes en la feria ha sido la apuesta por la sostenibilidad. Muchas bodegas están reduciendo el uso de productos químicos, implementando prácticas ecológicas y promoviendo la biodiversidad en los viñedos. He tenido la oportunidad de hablar con varios enólogos que están experimentando con nuevas técnicas de cultivo, buscando variedades más resistentes y explorando nuevas formas de elaboración que permitan mantener la frescura y acidez del Albariño sin necesidad de intervenciones agresivas en bodega.
Es evidente que la DO Rías Baixas está apostando por el futuro, no solo en términos de mercado, sino también en términos de responsabilidad ambiental. Esta visión a largo plazo es clave para garantizar la calidad de los vinos y su permanencia en el mercado internacional.
El Albariño sigue conquistando el mundo
Después de recorrer los diferentes espacios de la Barcelona Wine Week 2025, puedo afirmar con total seguridad que los vinos atlánticos de Rías Baixas han consolidado su posición como una de las joyas del panorama vinícola español.
Lo más emocionante es que su evolución no se detiene. Hoy en día, no solo son un referente en España, sino que han conquistado los paladares más exigentes en mercados como Estados Unidos, Reino Unido y Japón. Su capacidad para maridar con una amplia variedad de platos, desde mariscos y pescados hasta cocina asiática, ha sido clave en su expansión global.
La frescura inconfundible, la acidez vibrante y la creciente complejidad de los Rías Baixas los han convertido en vinos de culto para muchos amantes del vino. Si a esto le sumamos la apuesta por la sostenibilidad y la innovación en las bodegas, no cabe duda de que su futuro es más prometedor que nunca.
Como experta en vinos, tengo claro que estamos ante una de las denominaciones más emocionantes de España y que el Albariño de Rías Baixas seguirá dando mucho que hablar en los próximos años. La tradición y la modernidad se han unido en esta tierra atlántica para ofrecernos vinos que, una vez que los pruebas, es imposible olvidar. El Albariño es el alma de Galicia, pero también un embajador de la viticultura atlántica en el mundo.