En el ámbito gastronómico, es vital combinar adecuadamente los alimentos con los vinos adecuados para maximizar la explosión de sabor en cada plato. Como viene a demostrar la celebración de la Pascua, en la cual el menú se vuelve aún más exquisito gracias a la diversidad de recetas estacionales, como el cordero, las chocolate y las verduras. En este contexto, entusiastas y sommeliers se preguntan: ¿cuál es la mejor forma de acompañar estos platos con una copa de vino?
Acompañamientos enológicos para los platos estrella de Pascua
La llegada de abril marca el inicio de la disponibilidad de deliciosos productos estacionales. Entre estos, el infaltable cordero pascual, las codiciadas espárragas y, por supuesto, los tradicionales huevos de chocolate. Cada uno de estos alimentos presenta características únicas que se pueden potenciar al servirse con el vino adecuado.
En cuanto a las espárragas, su delicado sabor puede realzarse maridándolas con un vino blanca de la región de Loira. Este tipo de vino es especialmente exitoso cuando se preparan espárragas blancas ya que su sabor afrutado combina a la perfección. Por otro lado, al utilizar espárragas moradas, un poco más amargas, conviene optar por un chenin blanco de la misma zona o un refrescante moscato seco. En el caso de preferir espárragas verdes, tiernas y frescas, la mejor opción es un vino Condrieu, con suaves notas a miel y frutas amarillas.
Pasando al cordero pascual, es trascendental seleccionar el tipo de vino según el corte del cordero que se vaya a utilizar. Un Bordeaux tinto con más de diez años de guarda es una elección excelente para un gigot de cordero, acompañándolo con gran elegancia. Si, por el contrario, se opta por una hombro de cordero, más graso y menos tierno, la elección debería estar encaminada hacia vinos más tensos, como un Saint-Joseph o un Crozes-Hermitage.
En lo que respecta al chocolate, protagonista increíblemente estrella de Pascua, se puede optar por un vino dulce natural, como un Banyuls, un Rasteau o incluso un Rivesaltes. Los pequeños huevos de chocolate y otras golosinas chocolateadas también pueden ser acompañados perfectamente por cócteles basados en licores de ron, cognac o armagnac.
Finalmente, las fresas de temporada que comienzan a adornar los puestos de los mercados crean un postre exquisito. Ya sea en tarta o compota, estas se casan muy bien con un champagne rosado o incluso con un Moscato seco o dulce.
Cada comensal puede, por supuesto, añadir su propio toque personal a estos maridajes. Al final, ninguna combinación está tallada en piedra, y es la exploración y la experimentación las que finalmente llevarán a descubrir los emparejamientos ideales para cada paladar.
