En el corazón del noroeste de España, en la región vinícola de Galicia, se encuentra la denominación de origen Rías Baixas, conocida por sus excepcionales vinos blancos. Entre sus 4.600 hectáreas de viñedos, seis variedades de uva blanca autóctonas adornan el robusto paisaje costero, ofreciendo un matiz singularmente diverso a los vinos que se elaboran allí.
Si bien el renombrado Albariño Rías Baixas es digno de su fama, debemos recordar que sólo es uno de los seis viticultores locales que contribuyen a la rica variedad vinícola de la región. Sí, el Albariño puede ser la estrella indiscutible, pero las otras cinco variedades – Treixadura, Loureira Blanca o Marqués, Caíño Blanco, Godello y Torrontés – no desmerecen en absoluto.
La Authenticate de la Uva
La afirmación de las uvas como autóctonas es un proceso de más de una década, requerido antes de obtener la autorización oficial para ser utilizada en la producción de vino. Este exhaustivo proceso, supervisado por el Ministerio de Agricultura y la Xunta de Galicia, está siempre a la espera de nuevos descubrimientos que brinden aún más diversidad a los vinos de la región.
Sólo se permite la elaboración de vinos en Rías Baixas utilizando uvas que son autóctonas, garantizando la calidad y autenticidad de sus productos. Esta estricta regla se respalda en la experiencia milenaria de las técnicas vitivinícolas tradicionales de la región, que han demostrado que estas variedades son las que mejor se adaptan a las características únicas del clima y el suelo gallego.
Al hablar de las variedades autóctonas, Albariño es la más plantada y su expansión ha sido extraordinaria desde los años 70. \El tamaño y forma del racimo de uvas Albariño, que recuerda al mapa de África, es una pista para su identificación, asociada a su gran capacidad para desarrollar azúcares y aportar grado alcohólico a los vinos.
Por otro lado, la Caíño Blanco, casi extinta, se ha rescatado extendiéndose principalmente en la subzona de O Rosal. Sus potentes aromas a manzana y notas florales son muy apreciadas, tanto en vinos monovarietales como en coupages de Rías Baixas y Ribeira do Ulla, donde se combina con otros como la Loureira Blanca, Treixadura y Albariño.
Otras variedades como el Godello, su dominio en la D.O Monterrei es bien conocido y la Torrontés, con sus placenteros tonos afrutados y florales, son un complemento clave para las elaboraciones plurivarietales que buscan aportar ligereza y complejidad aromática.
Estas uvas, autóctonas y únicas en su esencia, confieren a los vinos de las Rías Baixas una identidad incomparable y una riqueza varietal apreciada en todo el mundo.