La creciente preferencia por el vino blanco en China está transformando el panorama vinícola del país, desafiando la percepción de que este tipo de vino es meramente un acompañante del vino tinto. Con el auge de la cultura del vino en los últimos años, cada vez son más los consumidores chinos que se están decantando por opciones más ligeras y refrescantes, protagonizando así un cambio significativo en sus hábitos de consumo.
Un mercado en expansión
Datos recientes indican que el vino blanco ha ganado una cuota de mercado considerable en China, especialmente en canales de venta como supermercados y plataformas de comercio electrónico. Un estudio de la China Chain-Store & Franchise Association señala que el vino blanco ahora representa el 25% de las ventas en supermercados, con un crecimiento del 8.5%, siendo el segmento de mayor crecimiento en la categoría vitivinícola.
La popularidad de variedades como el Riesling y el Sauvignon Blanc ha llevado a que se conviertan en opciones frecuentes en los menús de restaurantes y en las mesas de los consumidores. Riesling, por ejemplo, ha logrado posicionarse como el vino blanco más vendido en numerosas tiendas, superando a otras variedades.
- Riesling: Con una acidez y un dulzor que atraen a un público joven.
- Sauvignon Blanc: Destacando por su frescura y perfil limpio, ideal para los paladares jóvenes.
- Chardonnay y otros variedades también empiezan a ganar terreno, pero a un ritmo más lento.
La inversión sostenida por parte de productores de vino de Alemania y Nueva Zelanda, así como su colaboración en foros y eventos, también ha contribuido a este auge. De hecho, se ha observado una tendencia creciente hacia la clasificación de vinos blancos de calidad, convirtiéndose en una opción deseable para las cenas empresariales y los eventos sociales.
El vino blanco no solo atrae a las mujeres, sino que también ha ganado la preferencia de hombres que, a menudo, compran estos vinos para su consumo o como opción para compartir con mujeres en entornos sociales. El enoturismo y las degustaciones están cada vez más en auge, guiados por la curiosidad de los consumidores por explorar nuevos sabores y experiencias.
Esta transformación en el consumo de vino en China es un claro indicativo de que su mercado está madurando y adaptándose a las preferencias contemporáneas