La Cantina Valle Isarco innova en el arte de la vinificación con recipientes de granito
La evolución de la vinificación tiene una estrecha relación con los recipientes utilizados para la producción y conservación del vino. Desde las antiguas ánforas de terracota hasta los actuales tanques de acero inoxidable, pasando por los depósitos de cemento, las variantes han sido incontables. Aunque ya estamos acostumbrados a la aparición de materiales innovadores en esta esfera, la utilización de bloques de granito individual para la fermentación y maduración resulta, al menos, singular. En la vanguardia de este nuevo avance está Cantina Valle Isarco, una bodega cooperativa situada en el Alto Adigio.
El nacimiento del Proyecto Granit 960
La historia de esta innovación comienza hace unos años, cuando Armin Gratl, director de la Cantina, inicia un proyecto revolucionario. En su búsqueda de un recipiente único y representativo de la zona de Valle Isarco, rico en diferentes tipos de suelos, la idea del uso de granito para la vinificación y el afinamiento dono delineándose.
Después de casi dos años de búsqueda, encontraron el bloque de granito perfecto en un túnel de la misma Valle Isarco. El bloque de 40 toneladas fue dividido a la mitad y sometido a varios test para confirmar su resistencia, maleabilidad y porosidad. Una vez confirmaron que el material era apropiado, se empezo a trabajar en él, un proceso que duró un año.
Granit 960, un vino con personalidad inconfundible
El resultado es Granit 960, un vino obtenido de la uva Kerner, variedad afincada en terruños compuestos en gran parte de granito. Este vino, fermentado y afinado en el innovador recipiente, se muestra vibrante y lleno de mineralidad y frescura, con notas de cítricos, flores blancas y melocotón, y un retrogusto a hierbas alpinas. La mineralidad, la acidez brillante y su vibrante sabor danzan en armonía en el paladar, prometiendo una larga longevidad.
El vino Granit 960 presenta además una presentación única, embotellado en una botella renana y precintado con una laca personalizada con arena de granito. Además, el vino viene acompañado de un librito explicativo y un trozo de granito de la cuba.
Esta travesía, en la búsqueda de una autenticidad y unicidad, ha dado un vino que habla de sus orígenes de una forma excepcional. Una innovación vinícola que pone la mirada en el futuro sin dejar de honrar a su terroir. Esperaremos ansiosos a ver qué nuevas sorpresas nos reserva este fascinante mundo del vino.