Nunca es tarde para aprender algo nuevo, así sucede con el vino, una bebida que lleva siglos entre nosotros y no deja de sorprendernos. En este artículo, nos encargaremos de resolver algunas de las dudas más comunes que surgen a la hora de sumergirnos en el fascinante mundo de la enología. Prepárate para un viaje donde aprenderás desde la coloración de los vinos hasta cómo discernir sus posibles defectos.
El origen de los colores del vino
Ante la variedad de colores existentes para el vino -blanco, tinto, rosado, incluso naranja-, la primera pregunta que surge es ¿por qué? Muchos podrían pensar que es cuestión de la variedad de uva, pero eso no es así, tanto las uvas blancas como las tintas dan un mosto de color claro.
La coloración de los vinos se da por la maceración de los hollejos de uva en el mosto en fermentación, en particular son las antocianinas, pigmentos presentes en la piel de las uvas, las que otorgan el color rojo al vino. Factores como la variedad de la uva, las condiciones de cultivo, el clima, el proceso de vinificación y la edad del vino influyen en la intensidad del color.
Imprescindible señalar que el vino rosado no es una mezcla de vino blanco y tinto, es el resultado de un proceso de maceración similar al del vino tinto pero mucho más corto.
Los componentes del vino
Adentrándonos en la química del vino, este está compuesto principalmente por agua, un 85% aproximadamente, y por alcohol (principalmente etanol), cuyo contenido varía entre un 12 y un 16%. También encontramos azúcares (glucosa y fructosa), ácidos (tartrico, cítrico, acético, láctico, málico) y compuestos fenólicos (taninos, antocianinas). Otros componentes son sustancias minerales y diversos compuestos orgánicos. Y aunque resulte sorprendente, algunos aditivos están permitidos en la vinificación, como el sulfuroso.
El dulzor de algunos vinos blancos
Si alguna vez has degustado un vino blanco y te ha sorprendido su dulzor, no imagines a un vinicultor endulzando su vino, es un proceso completamente natural. Durante la fermentación, el azúcar natural de la uva se transforma en alcohol. En el caso de los vinos secos, prácticamente todo el azúcar se convierte en alcohol, mientras que en los vinos dulces o moelleux, parte del azúcar no se transforma en alcohol, permaneciendo como azúcar residual.
¿Cómo guadar el vino correctamente?
La correcta conservación de las botellas de vino es otro aspecto fundamental, se deben tener en cuenta la temperatura (idealmente entre 12 y 14°C), la humedad (deben mantenerse en torno al 70-85%), la oscuridad y la ausencia de vibraciones y olores. Las botellas deben guardarse en posición horizontal para mantener el corcho húmedo y que este no se seque y pierda hermeticidad.