La XII edición de la World Olive Oil Exhibition (WOOE) se perfila como un evento crucial en el calendario internacional del aceite de oliva, y este año promete ser especialmente emocionante. Después de dos campañas difíciles marcadas por la escasez, las previsiones para la temporada 2024/2025 traen un soplo de esperanza con una recuperación en la producción tanto a nivel nacional como mundial. En España, las estimaciones rondan entre 1,24 y 1,50 millones de toneladas de aceite de oliva, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y expertos del sector.
Este aumento en la producción abre nuevas puertas para las almazaras que participarán en la WOOE, ofreciendo una oportunidad sin precedentes para conectar con mercados emergentes y tradicionales, como tiendas gourmet, cadenas regionales de supermercados, el sector horeca, y restaurantes de alta cocina. La WOOE no solo es un escaparate comercial, sino también un punto de encuentro para todos los actores del sector, con actividades paralelas que van desde catas y conferencias hasta mesas redondas y concursos gastronómicos.
Un panorama internacional lleno de matices
A nivel global, la producción de aceite de oliva podría superar los 3 millones de toneladas, según algunos expertos internacionales como Juan Vilar. Sin embargo, la situación varía enormemente de un país a otro. En Europa, las principales regiones productoras siguen enfrentándose a las consecuencias del cambio climático, con Italia viendo su producción caer a unas 224.000 toneladas debido a la sequía en áreas clave como Apulia y Sicilia. A pesar de ello, la Unión Europea en su conjunto podría alcanzar los 2 millones de toneladas.
Grecia, por su parte, se mantiene firme con una estimación de 330.000 toneladas, mientras que Portugal sigue creciendo y podría producir entre 180.000 y 200.000 toneladas. Estos números reflejan una clara recuperación en comparación con años anteriores, lo que podría dinamizar el mercado y proporcionar estabilidad en un sector que ha sido sacudido por la variabilidad de las cosechas.
La expansión fuera de Europa
El mercado global de aceite de oliva no es solo cuestión de Europa. Turquía prevé una producción de 230.000 a 240.000 toneladas, aunque parte de su cosecha se destina al mercado del verdeo y encurtidos. Túnez, beneficiado por lluvias fructíferas, apunta a una cosecha de hasta 300.000 toneladas, consolidándose como uno de los principales productores no europeos. En cambio, Marruecos se enfrenta a una situación crítica, con una producción que podría caer a tan solo 65.000 toneladas debido a la persistente sequía, un golpe duro para un país que consume entre 150.000 y 180.000 toneladas anualmente.
En el Medio Oriente y África del Norte, la producción sigue marcada por la inestabilidad. Siria, a pesar de su guerra civil, espera producir entre 85.000 y 95.000 toneladas, mientras que Argelia verá su producción reducirse a 70.000 toneladas. Egipto y Jordania también registrarán cosechas menores, con estimaciones de 40.000 y 26.000 toneladas respectivamente.
Expectativas crecientes en América y Asia
El continente americano también está en el radar de los productores internacionales. Argentina tuvo una cosecha decepcionante en 2024, con solo 15.000 toneladas, pero las expectativas para 2025 son mucho más alentadoras, augurando una producción récord. Chile, por su parte, podría alcanzar las 35.000 toneladas, mientras que Australia se recupera de un año bajo con la esperanza de regresar a las 25.000 toneladas.
El caso de Estados Unidos es peculiar: con un olivar concentrado principalmente en California, el país podría superar las 10.000 toneladas, una cifra modesta en comparación con los grandes productores, pero significativa en su contexto local. China, con una producción emergente, espera superar las 8.000 toneladas, consolidando su lugar en el mercado global.
Un cultivo en constante adaptación
El olivar, un cultivo tan antiguo como la historia misma, ha demostrado ser resiliente frente a las adversidades, pero no está exento de desafíos. Aunque las innovaciones tecnológicas, como el riego por goteo y la modernización de las plantaciones, han permitido mejorar el rendimiento, sigue siendo un cultivo vecero, es decir, que alterna entre buenas y malas cosechas. Esta característica obliga a los productores a buscar estrategias para mantener la fidelidad de sus clientes, garantizando el suministro tanto en años de abundancia como en aquellos en los que la producción es más limitada.
Es en este contexto donde la World Olive Oil Exhibition cobra aún más relevancia. No solo es una plataforma para cerrar importantes acuerdos comerciales, sino también un espacio para intercambiar ideas sobre cómo enfrentar los retos futuros del sector. El auge del oleoturismo, la creciente demanda de productos elaborados a partir del aceite de oliva, y la importancia de la sostenibilidad serán algunos de los temas claves que se debatirán en esta edición.
Una oportunidad única
La XII edición de la WOOE no solo marcará un hito en el calendario de los grandes eventos del sector oleícola, sino que también servirá como reflejo del estado actual del mercado global del aceite de oliva. Tras dos años de escasez, la recuperación de la producción augura un evento emocionante, lleno de oportunidades para que los productores exploren nuevos horizontes comerciales. Será, sin duda, un momento clave para todos aquellos que buscan hacer del aceite de oliva un pilar de la gastronomía y la economía global.