El sector vitivinícola de la región de Colli Berici ha logrado cerrar el año 2024 con cifras sorprendentemente positivas, en medio de un panorama de inestabilidad que afecta a muchas partes del mercado. Según el informe elaborado por el Consorzio Tutela Vini Colli Berici e Vicenza, la Denominación de Origen Controlada (DOC) ha experimentado un aumento del 10,3% en el volumen de vino embotellado en comparación con el año anterior, algo que no se había visto desde 2014. Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por las variedades de uva tintas, destacando el Cabernet Sauvignon, que ha crecido un notable 21%, así como el autoctono Tai Rosso.
El Aumento en la Producción de Uvas
En términos de vendimia, la cosecha 2024 ha reafirmado la predominancia de las uvas a bacca rossa, las cuales representan el 73,5% del total recolectado. Entre ellas, el Merlot se destaca como la variedad más cultivada, constituyendo un impresionante 37% de la producción total y mostrando un aumento del 72% respecto al año pasado. A continuación, se presentan algunas cifras relevantes:
- Merlot: 37% de la producción total.
- Cabernet Sauvignon: 12% de participación, con incremento notable.
- Producción total: 53.940 quintales de uva en 567 hectáreas.
Del mismo modo, los vinos blancos también han seguido una tendencia al alza, resaltando el Pinot Bianco con un 12% de crecimiento. Esta diversificación en la producción indica una clara respuesta de la región frente a las dinámicas cambiantes del mercado. Este auge en la producción está vinculado a un mayor esfuerzo estratégico por parte de los productores locales para fortalecer la identidad y la conexión con el territorio.
El presidente del Consorzio, Silvio Dani, ha señalado que estos resultados son un aliciente para continuar desarrollando la enoturismo, proponiendo iniciativas que incluyen rutas de degustación que combinan los vinos locales con productos de Denominación de Origen Protegida.
Esta evolución en el sector vitivinícola de Colli Berici no solo implica un crecimiento en términos económicos, sino también una reafirmación del valor cultural y patrimonial asociado a sus vinos. A medida que se sigue trabajando en adaptaciones al cambio climático y la mejora de prácticas vitivinícolas, la DOC está bien posicionada para afrontar los desafíos futuros mientras aprovecha su rica herencia vitivinícola.