El sector del aceite de oliva en Italia ha experimentado un notable aumento en su consumo, con un crecimiento significativo que se refleja no solo en la calidad del producto, sino también en su valor y perceptibilidad entre los consumidores. Según el observatorio de Nomisma, un impresionante 96% de los italianos considera el aceite de oliva como un producto esencial en su dieta, gracias a los múltiples beneficios que aporta a la salud. En lo que va de 2024, se ha registrado un crecimiento del 52,5% en términos de valor y un 5,4% en volumen, reafirmando la tendencia de crecimiento continuo del sector, incluso en lo que respecta a la exportación.
Sol2Expo: Una plataforma clave para el aceite de oliva
El próximo Sol2Expo 2025, programado para celebrarse entre el 2 y el 4 de marzo en VeronaFiere, se perfila como un evento fundamental para la promoción del aceite de oliva italiano. Este salón del aceite y del olivo contará con una ampliación significativa, aumentando su espacio expositivo a 10,000 metros cuadrados. La feria no solo reunirá a productores de diversas regiones italianas, sino que también atraerá a empresas de países como Albania, España y Alemania, lo que subraya la importancia del aceite de oliva en el contexto internacional.
De acuerdo con el presidente de VeronaFiere, el crecimiento del consumo mundial de aceite de oliva ha superado los 3 millones de toneladas, llevando este producto a nuevos mercados en Asia y Sudamérica. Sin embargo, el sector está siendo desafiado por el cambio climático, lo que ha llevado a una búsqueda por innovaciones y mejores prácticas dentro de la producción. Esto se refleja en la implementación de un nuevo observatorio que monitorea el mercado y los patrones de consumo, así como en la formación de un comité técnico-científico que se ocupa de la investigación y la innovación en el sector.
Además, hay una creciente demanda por la calidad del aceite, evidenciada por la importancia que los consumidores otorgan a las indicaciones de origen y a las certificaciones como las DOP/IGP, que son factores cruciales en sus decisiones de compra. En un contexto donde la producción de aceite de oliva ha sido inestable debido a factores climáticos, los precios han visto una fuerte alza, lo que, paradoxalmente, podría impulsar una maduración del mercado hacia una apreciación del producto en sí mismo, alejándose de la búsqueda de precios bajos como criterio principal.