La región de Beaujolais, a menudo subestimada, está en un momento de transformación que está redefiniendo su identidad. La llegada de nuevos viticultores comprometidos con prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente está atrayendo la atención tanto de enólogos como de aficionados al vino. En este contexto, el dominio Séléné, dirigido por Sylvère Trichard, se destaca por su enfoque innovador y su fuerte vínculo con la naturaleza y los ciclos lunares.
El arte del vino en sintonía con la luna
Desde que Trichard asumió la dirección de Séléné en 2012, ha incorporado principios de biodinámica y viticultura natural a su práctica, buscando crear vinos que reflejen la esencia del terroir. Su enfoque enfatiza la importancia de los elementos naturales en la vinificación, donde los ciclos de la luna juegan un papel crucial en el desarrollo de cada cosecha.
Los viñedos de Séléné, que abarcan aproximadamente diez hectáreas, son un legado familiar: las vides de gamay y chardonnay plantadas hace más de cincuenta años han sido adaptadas a las prácticas de cultivo actuales, incluyendo la transición a la biodinámica. Este cambio busca fomentar un ecosistema sostenible que permita al viñedo prosperar sin el uso de químicos sintéticos.
Prácticas vitivinícolas que marcan la diferencia
El proceso de vinificación en Séléné es casi artesanal. Entre las técnicas aplicadas se encuentran:
- Rendimientos controlados: Se limita la producción para maximizar la concentración de sabores en cada uva.
- Selección rigurosa: Solo se utilizan las uvas más sanas y maduras.
- Fermentaciones espontáneas: Se evita la adición de levaduras comerciales, permitiendo que las levaduras indígenas fermenten de manera natural.
- Sin sulfitos per se: En la mayoría de los casos, no se añaden sulfitos, preservando la pureza del vino.
El resultado de estas meticulosas prácticas se traduce en vinos frescos y digestivos, donde las notas afrutadas predominan, brindando una experiencia única que se aleja de las concentraciones típicas del Beaujolais. Vinos como el Pet Nat y el Beaujolais Séléné son ejemplos perfectos de la filosofía de Trichard: crear vinos que se disfruten en cualquier momento, siempre acompañados de buena compañía.
Una propuesta para todos los paladares
Por lo tanto, la oferta de Séléné no es solo para los aficionados al vino natural. La calidad y el enfoque distintivo de Sylvère Trichard están creando un espacio donde el vino se convierte en un puente entre la tradición y la innovación. Al explorar los vinos de su dominio, se les invita a descubrir una nueva narrativa dentro de la rica historia vitivinícola de Beaujolais.