Biodegradabilidad y terroir: La influencia de las características de la viña en Greffière
El tradicional y aclamado productor de vinos Greffière, ubicado en La Roche Vineuse (Mâconnais, Francia), es bien conocido tanto por su profunda historia como por sus iniciativas respetuosas con el medio ambiente. La familia Grezuard ha tenido presencia en la zona desde 1924, pero los majestuosos edificios que conforman la propiedad se remontan a 1790. En la actualidad, el negocio familiar lo dirigen Gaylord Petrillo y Xavier Greuzard, que trabajan a la par tanto en la viña como en la bodega. El trabajo constante y detallado para reconstruir la propiedad siempre ha sido una de sus prioridades, y cuentan con el apoyo de un albañil a tiempo completo en su equipo.
El terroir, la joya oculta de Greffière
En el proceso de transformación a la agricultura orgánica, la influencia del terroir (la interacción de la geografía, el suelo y el clima) es evidente en la viña. En las parcelas cercanas a su bodega se pueden distinguir claramente las características del suelo: por un lado, se encuentra el arcillo calcáreo, predominantemente constituido por una abundancia de arcilla y algo de lima, y por otro el calcáreo muy frágil con mucho menos contenido de arcilla.
Uno de los aspectos más apasionantes del trabajo en Greffière es su respeto por la tierra. Una parcela estaba en barbecho, es decir, sin cultivar con el objetivo de que el suelo se recupere. Esta parcela ha estado bajo viña desde 1952 y decidieron eliminarla para plantar una mezcla de especies, principalmente alfalfa, que ayudaría a revitalizar el suelo antes de volverlo a plantar con viñas.
Tradicionalmente, la producción de la zona de Mâconnais estaba basada en vinos tintos, pero en la actualidad esta tendencia se ha invertido, y la producción es mayoritariamente de vinos blancos. En este sentido, Xavier señala: «Quiero que cada vino tenga su propia identidad. Cada vino necesita ser diferente pero también comprensible».
En la actualidad, su propiedad cuenta con 65 hectáreas de viñedo, de las cuales el 13% son ‘crus’ (vinos de la mejor calidad) y el resto son vinos de la región. La producción anual varía entre 280.000 y 380.000 botellas. En la elaboración de los vinos blancos, nunca se realiza battonage, un procedimiento que consiste en remover las lías (residuos de la fermentación).
En su apuesta por la biodiversidad y el respeto al medio ambiente, Greffière ha demostrado que es posible mantener una tradición centenaria mientras se adapta a los nuevos desaf