La Barcelona Wine Week (BWW) ha sido testigo de un momento espectacular: el resplandor absoluto de las larguísimas crianzas del Cava. Porque sí, el Cava es mucho más que una bebida burbujeante. Es historia, es tradición, es tiempo transformado en placer. Y esta quinta edición de la BWW ha dejado claro que la excelencia del Cava con largas crianzas ha alcanzado otro nivel.
La cata magistral “El maravilloso mundo de la larga crianza en el Cava, cómo influye el postdegüelle”, dirigida por dos auténticos pesos pesados del sector, Carlos González y Javier Luengo de la Guía Peñín, se convirtió en uno de los eventos más esperados del salón. Un momento clave que sirvió para confirmar algo que los grandes conocedores ya sabían: el Cava es una obra maestra en evolución.
¿Por qué las largas crianzas elevan el Cava a otro nivel?
El Cava de larga crianza es un mundo aparte. No estamos hablando de un simple espumoso, sino de una auténtica joya líquida que evoluciona con el tiempo y que, tras el degüelle, sigue transformándose, aportando nuevas capas de complejidad y matices únicos.
Carlos González lo dejó claro: “Los Cavas con una crianza postdegüelle integran mejor su burbuja, afianzan sus aromas y desarrollan notas más oxidativas”. Es decir, se convierten en auténticas obras maestras en copa. Mientras tanto, Javier Luengo resaltó otro punto clave: “Estas notas oxidativas pueden acomplejar el espumoso, haciéndolo más interesante”. Y no se equivoca. La evolución de estos Cavas lleva a experiencias organolépticas inigualables, que ningún otro espumoso puede replicar.
En esta cata de alto nivel, se degustaron auténticas maravillas: Bassegues 2010 de Parés Baltà, Alta Alella 10 de Alta Alella, Reserva de la Familia 2018 de Juvé & Camps, Mas Via 2008 de Mestres y Eterno 2017 de Chozas Carrascal. Cada uno con su propia historia, con su propio tiempo de crianza, con su propio carácter. Pero todos ellos dejando en claro una cosa: los Cavas de Guarda Superior juegan en otra liga.
D.O. CAVA: sinónimo de calidad, territorio y tradición
El presidente de la Denominación de Origen CAVA, Javier Pagés, fue categórico: “El Cava es calidad, territorio, tradición y unión”. Y es que, cuando hablamos de Cava, hablamos de un producto con unas exigencias de elaboración impecables. No es casualidad que se haya convertido en la Denominación de Origen española que más exporta, con más de 38.000 hectáreas de viña, 6.200 viticultores y 349 bodegas asociadas presentes en más de 100 países.
El método tradicional, ese proceso minucioso que hace del Cava un espumoso único, se refuerza con una clasificación que impone estándares aún más exigentes. Desde el Cava de Guarda (mínimo 9 meses de crianza) hasta los de Guarda Superior, que incluyen los Reservas (más de 18 meses de reposo), los Gran Reserva (más de 30 meses) y los Cavas de Paraje Calificado (superando los 36 meses de crianza).
¿El resultado? Una multiplicidad de opciones que permiten disfrutar del Cava en toda su diversidad. Cada botella cuenta una historia, cada sorbo es un viaje sensorial único.

El Cava, estrella indiscutible en la Barcelona Wine Week
Pero la cata no fue el único momento en que el Cava brilló en la Barcelona Wine Week. El espacio Land D.O. Cava reunió a más de 40 bodegas para mostrar lo mejor del sector. El Cava no es solo un vino espumoso, es un fenómeno cultural que sigue conquistando mercados y corazones.
Además, el Cava también ha sido el protagonista en el Hotel Wine Fest, el primer festival que combina excelencia vinícola y lujo hotelero. Porque el Cava no solo se bebe, se vive. Y en este evento, celebrado en algunos de los hoteles más emblemáticos de Barcelona, quedó claro que el espumoso español sigue rompiendo barreras. La D.O. Cava dejó su huella en El Palace Barcelona, demostrando que su presencia en los círculos de alta gama es cada vez más fuerte.
El futuro del Cava: sostenibilidad y excelencia
Si algo ha quedado claro en esta Barcelona Wine Week es que el Cava es más que una bebida, es un compromiso con la excelencia y la sostenibilidad. En un mundo donde la conciencia ecológica es cada vez más importante, la D.O. Cava ha tomado la delantera con su firme compromiso con el origen y la tierra.
Y no es solo un discurso bonito: el Cava es 100% ecológico en sus crianzas superiores, apostando por una viticultura respetuosa con el medio ambiente. Un punto clave para asegurar no solo su futuro, sino también su prestigio en los mercados internacionales.

El Cava de larga crianza es el rey indiscutible
Si alguien tenía dudas sobre el lugar del Cava en el mundo del vino, esta quinta edición de la BWW las ha disipado. El Cava de larga crianza es una joya enológica, un lujo accesible que sigue evolucionando y sorprendiendo a los paladares más exigentes.
La cata de Carlos González y Javier Luengo ha sido una auténtica revelación, un viaje por la profundidad de los espumosos más evolucionados y sofisticados. El Cava, lejos de ser solo un vino festivo, es una expresión del tiempo, del terroir y de la pasión de los viticultores que lo elaboran.
En definitiva, el Cava no es solo burbujas, es historia embotellada. Y si algo nos ha enseñado la Barcelona Wine Week es que su grandeza no tiene límites. Brindemos por ello.