¡Atención, amantes del vino y del buen beber! Canarias ha desembarcado con una presencia arrolladora en la Barcelona Wine Week (BWW), uno de los eventos vitivinícolas más importantes de España y Europa. Con 28 bodegas y una propuesta enológica única, el archipiélago se posiciona como una de las grandes revelaciones del sector, mostrando al mundo por qué sus vinos son verdaderas joyas enológicas.
El evento, que se celebra en el Recinto Ferial de Montjuic hasta el 5 de febrero, no es solo una feria, sino un auténtico escaparate de tendencias, sabores y nuevas oportunidades comerciales. Y Canarias lo ha entendido a la perfección. No ha venido solo a participar, ha venido a brillar.
La conquista canaria del Barcelona Wine Week: más bodegas, más espacio, más impacto
No es casualidad que este año la presencia canaria sea más fuerte que nunca. El Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), en colaboración con el Gobierno de Canarias, ha logrado que la representación de las bodegas del archipiélago pase de 20 en la edición anterior a 28 este año, un salto cualitativo que refuerza el impacto de los vinos canarios en el mercado nacional e internacional.
Pero aquí no solo hablamos de cantidad, sino de calidad. Las bodegas participantes representan las ocho Denominaciones de Origen Protegida (DOP) del archipiélago, cada una con su identidad propia, marcada por el terruño volcánico y la influencia de un clima único en el mundo.
Para garantizar una exhibición a la altura de su grandeza, Canarias cuenta con dos espacios estratégicos dentro del recinto, sumando un total de 116 metros cuadrados distribuidos en:
- Un área principal de 112 metros cuadrados en el Pabellón 8, donde las bodegas exponen sus referencias más exclusivas.
- Un módulo adicional de 4 metros cuadrados en la Zona Collective, diseñado para potenciar la visibilidad en un espacio más dinámico.
Un evento de peso: más de 24.000 visitantes y 700 compradores internacionales
La Barcelona Wine Week no es cualquier feria. Es la cita enológica del año. Un evento donde se dan cita más de 24.000 visitantes, entre los que se incluyen importadores, distribuidores y expertos en vino de todo el mundo.
Aquí, cada bodega tiene una oportunidad de oro para cerrar acuerdos comerciales, expandir su mercado y posicionarse en un circuito internacional altamente competitivo. Y si hay algo que los vinos canarios tienen de sobra, es personalidad y una historia fascinante que contar.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, fue testigo del impresionante despliegue de Canarias y visitó personalmente el stand del archipiélago en la jornada inaugural. Acompañado por Luis Arráez Guadalupe, director del ICCA, recorrió el espacio y pudo comprobar de primera mano el potencial de estos vinos nacidos del fuego y la tierra volcánica.
Vinos de origen volcánico: la clave del éxito canario
¿Por qué los vinos canarios están causando sensación? Porque son únicos en el mundo.
Mientras muchas regiones vitivinícolas tienen que reinventarse para destacar, Canarias cuenta con un patrimonio enológico excepcional que no necesita artificios. Viñedos centenarios, suelos de origen volcánico y un clima extremo han dado lugar a vinos con una mineralidad, frescura y complejidad aromática incomparables.
Las bodegas presentes en el BWW provienen de islas como Lanzarote, Tenerife, La Palma, La Gomera y Gran Canaria, cada una con su DOP específica y con variedades de uva que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.
La Malvasía volcánica, el Listán Negro, el Baboso Negro o el Gual son algunas de las variedades más emblemáticas que los asistentes han podido descubrir en catas y sesiones exclusivas.
Catas y experiencias inolvidables: el vino canario en acción
Pero la presencia canaria en la BWW no se limita a mostrar botellas bonitas. No. Aquí se viene a probar, degustar y dejarse sorprender. Y eso es justo lo que ha sucedido en varias de las actividades programadas dentro del evento.
Uno de los grandes momentos ha sido la cata «Una variedad, un vino, una isla», donde expertos y asistentes han tenido la oportunidad de sumergirse en la diversidad de los vinos canarios a través de sus uvas más icónicas.
Por otro lado, la bodega El Grifo, una de las más antiguas de España y con más de 250 años de historia, ha participado en la sesión «Cepas prefiloxéricas, el Patrimonio imborrable», mostrando la importancia de la herencia vitivinícola canaria y su resistencia a plagas como la filoxera.
Y si hablamos de talento, hay que mencionar a Amor López, fundadora de la bodega Erupción, que ha dejado huella en una cata exclusiva dedicada a vinos de autora, fusionando historia, terroir y pasión por la enología.
Canarias pone rumbo al mercado internacional
Más allá del espectáculo de aromas y sabores, hay un objetivo claro detrás de esta imponente participación en la Barcelona Wine Week: conquistar nuevos mercados y reforzar la internacionalización de los vinos canarios.
La empresa pública Proexca ha trabajado intensamente para que las bodegas del archipiélago amplíen su presencia en el exterior y fortalezcan su estrategia de exportación. El interés por los vinos de Canarias ha crecido exponencialmente en los últimos años, y eventos como este son el trampolín perfecto para afianzar su prestigio internacional.
El futuro de los vinos canarios: imparable
Lo que está sucediendo en la Barcelona Wine Week es solo el principio de un camino que apunta alto. Los vinos canarios han dejado de ser una rareza para convertirse en una referencia enológica de primer nivel.
El mensaje es claro: Canarias no solo tiene historia y calidad, sino un potencial sin límites. Sus vinos han captado la atención de compradores de todo el mundo, y ahora el reto es consolidar su presencia en los mercados internacionales.
Así que no hay duda: los vinos de Canarias han llegado para quedarse. Y si aún no los has probado, prepárate, porque en cualquier momento pueden sorprenderte con su explosión de sabores.