Al abrir una botella de vino, la expectativa es alta. Sin embargo, una vez que el corcho se retira, la vida útil del vino se ve afectada por el oxígeno. ¿Qué hacer entonces con el vino sobrante? Muchas personas pueden pensar que simplemente volver a colocar el corcho es suficiente. Sin embargo, hay un truco que, aunque puede parecer poco convencional, realmente tiene sentido: guardar el vino sobrante en el refrigerador, incluso en el caso de los vinos tintos.
EL MITO Y LA REALIDAD DEL ALMACENAMIENTO DEL VINO ABIERTO
Cuando hablamos de la conservación del vino abierto, uno de los principales problemas es el oxígeno. La exposición al aire provoca que los compuestos del vino se oxiden, lo que puede llevar a una rápida pérdida de calidad. Un estudio de la Universidad de California reveló que los vinos tinto, cuando son abiertos, pueden comenzar a deteriorarse en tan solo 3 a 5 días, dependiendo del tipo. Esto contrasta con los vinos blancos, que tienden a conservarse mejor y pueden durar más de una semana, si se almacenan correctamente.
Por tanto, es fundamental considerar cómo puedes extender la vida de tu vino para disfrutarlo más tiempo. Aquí te presentamos algunas opciones:
- Refrigeración: Aunque pueda parecer extraño, los vinos tintos se benefician en gran medida de ser refrigerados. La baja temperatura ralentiza el proceso de oxidación.
- Uso de bombas de vacío: Existen dispositivos que eliminan el aire de la botella, disminuyendo la exposición al oxígeno.
- Botellas pequeñas: Transferir el vino sobrante a una botella más pequeña puede ayudar a reducir el aire en contacto con el líquido.
- Preservativos de gas inerte: Algunas marcas ofrecen soluciones de gas inerte que generan una capa sobre el vino, impidiendo que el oxígeno entre en contacto con él.
Es importante mencionar que, a pesar de que algunas técnicas puedan prolongar la vida del vino, el sabor nunca será el mismo que el de una botella recién abierta. De acuerdo con Jancis Robinson, una reconocida experta en vinos, “la magia del vino reside en su frescura”.
¿CÓMO AFECTA LA TEMPERATURA AL VINO?
La temperatura es un factor crítico en la conservación del vino. El rango ideal para almacenar vino rojo abierto es entre 12 y 16 grados Celsius, similar al óptimo para el vino blanco, que es de 7 a 10 grados Celsius. Pero, ¿qué sucede si guardas vino rojo en el refrigerador?
Cuando mantienes el vino tinto en el refrigerador, este no se arruina. En realidad, al bajar su temperatura, las características del vino se conservan por más tiempo. Estudios demuestran que, al menos, puedes disfrutar de unos días más en el sabor y aroma de tu vino. Un par de notables diferencias pueden incluir:
- Reducción de volátiles: Los compuestos volátiles del vino se dispersan menos a temperaturas bajas.
- Equilibrio de sabores: El frío puede mejorar la percepción de los taninos, haciendo que el vino se sienta más suave.
- Conservación de aromas: Las bajas temperaturas preservan mejor los aromas frescos y frutales.
Recuerda que al momento de servir, puedes dejar que el vino tinto se atempere durante unos minutos fuera del refrigerador para realzar sus características.
RECOMENDACIONES FINALES PARA EL ALMACENAMIENTO DEL VINO
Para evitar la oxidación y conservar tu vino abierto de manera óptima, considera seguir estas sencillas pautas:
- Utiliza una bomba de vacío para eliminar el aire de la botella.
- Guarda el vino en la nevera, independientemente de si es tinto o blanco.
- Transfiere el vino a una botella más pequeña si planeas utilizarlo en un plazo mayor al de la semana.
- Sirve cantidades moderadas para asegurarte de que no haya mucho vino sobrante.
Lo más importante es ser consciente de cómo el oxígeno y la temperatura afectan al vino que tanto disfrutas. Con prácticas sencillas y efectivas, podrás prolongar la vida de tus botellas abiertas y seguir disfrutando de esos sabores únicos que solo un buen vino puede brindar.
UN MUNDO POR DESCUBRIR EN CADA BOTELLA
Cada vez que abres una botella de vino, invitas a un mundo de sabores, matices y aromas a tu mesa. Aprovechar al máximo esa experiencia es esencial. Recuerda que el cuidado en el almacenamiento puede marcar diferencia. Ahora que conoces estos trucos, ¿te animarás a explorar nuevos vinos, escuchando el susurro de cada botella que aún te queda por descubrir?