Interesante innovación en viñedos en la región de Niágara
La región de Niágara en Canadá es famosa por su producción de vinos y un nuevo hito se está haciendo notar en la escena vitivinícola. Se trata de la bodega Dobbin, situada en la reconocida zona de Twenty Mile Bench. Este innovador proyecto se centra en la producción de vinos excepcionales, que en gran medida está determinada por la peculiar composición del terroir en el que se ubican sus viñedos.
Terroir extraordinario y vinos de alta calidad
La historia de la bodega Dobbin comenzó cuando Wade Dobbin, propietario del terreno, contactó a Peter Gamble en 2019 para explorar el potencial vitivinícola de su propiedad. La finca ya contaba con un viñedo plantado por Laura Sabourin, la primera productora certificada por Demeter en Canadá, quien ha venido trabajando con prácticas biodinámicas desde hace más de 25 años.
El suelo del viñedo es extraordinario, con un alto porcentaje de materia orgánica, alcanzando niveles de entre 5.9% y 6.5%, muy por encima del 2% que es común encontrar en la región. Asimismo, el suelo cuenta con una presencia considerable de piedra caliza activa, un elemento que favorece el desarrollo de la vid.
Para maximizar las condiciones propicias del suelo, la bodega decidió mantener 2.5 acres de las viejas viñas e hizo replantaciones en el resto del viñedo. Las nuevas plantas fueron adquiridas en un vivero del estado de Washington, donde las vides están libres de virus, a pesar de que su costo puede llegar a ser más del doble que el de otras viñas.
Medidas innovadoras para un viñedo en constante crecimiento
Adicionalmente, la bodega Dobbin ha llevado a cabo una serie de innovaciones que favorecen el desarrollo óptimo del viñedo. Instalaron un sistema de irrigación que ayudó a la consolidación del viñedo y permite responder a periodos de sequía, haciéndolo una inversión que vale la pena incluso considerando que la propiedad cuenta con un estanque de 7 acres que se mantiene lleno durante todo el año.
Los responsables de la bodega tomaron una decisión atrevida al decidir no utilizar redes para proteger las viñas de las aves, debido al exceso de humedad que estas pueden generar. En su lugar, se optó por la instalación de láseres para aves logrando repeler efectivamente a los pájaros más grandes, aunque aún tienen problemas con los robins americanos que son una presencia persistente en el viñedo.
Todos estos factores han permitido a la bodega Dobbin producir vinos excepcionales desde su debut en 2019. Se espera que para 2022, todos los vinos de Dobbin sean de producción propia. Desde el principio, han demostrado un compromiso con la producción de vinos de alta calidad, incluyendo la vinificación clásica para su Chardonnay. Este tipo de vino se fermenta en barricas de roble francés secadas al aire durante tres años, con tan solo un 20% de estas siendo nuevas. Este procedimiento, junto con su meticuloso cuidado del viñedo, ha llevado a Dobbin a crear algunos de los vinos más prometedores de la región de Niágara.