El melón es sin duda alguna la estrella del verano en España, gracias a su refrescante y aromático sabor que deleita tanto de entrada como al finalizar un banquete. Y aunque los melones se pueden disfrutar solos, maridarlos con el vino correcto puede realzar su sabor y convertir una comida en una experiencia culinaria verdaderamente memorable. Aquí tenemos algunas propuestas para maridar el melón desde la entrada hasta el postre.
Maridajes con melón: de la entrada al postre
El melón como entrante es un clásico de la mesa española. En este caso, el melón puede ir en pareja perfectamente con un vino de Porto. Estos vinos, cuando se sirven jóvenes, ofrecen unos matices frutales únicos que se imbrican de manera espléndida con el sabor del melón. Si no te entusiasma el Porto, una buena alternativa sería servirlo con un vino Pineau des Charentes, que con su delicada gama de aromas podría complementar bien el sabor del melón.
Ahora, si disfrutas del melón con jamón curado, puedes decantarte por un vino blanco semi-seco con aromas exóticos, como un Vouvray, Montlouis o Muscadet. Esta es una combinación ganadora, ya que estos vinos pueden equilibrar el dulce sabor del melón y el sabor más salado del jamón.
En cuanto a las ensaladas con melón, un rosado ligero y frutado es la elección ideal. Los rosados de la Provenza, tales como los Côtes de Provence, Baux de Provence o IGP Mediterráneo, podrían ir maravillosamente. Si prefieres vino blanco, puedes optar por vinos más corpulentos y calurosos como los côtes-du-rhône blanc o vinos provenzales y corsos.
Para terminar, el melón de postre podría ser acompañado perfectamente con un gewurztraminer de vendimia tardía, un vino de sabores potentes, pero delicado y elegante al mismo tiempo. Si el melón se sirve con pasteles o como parte de una tarta, un Sauternes o Barsac, con sus notas de pastelería y exóticas, podría ser la pareja perfecta.
¿Cómo seleccionar el mejor melón?
Antes de terminar, me gustaría compartir algunos consejos para seleccionar el melón perfecto. Lo más importante es su peso; si es pesado, seguramente sea jugoso y dulce. También, puedes olerlo. Si el aroma es dulce, es probable que el melón esté en su punto óptimo de madurez. Y finalmente, si su pedúnculo o «pecou» está desprendiéndose, es un buen indicador de que el melón está listo para ser disfrutado. ¡Que disfrutes de tu melón veraniego!