El enoturismo italiano se consolida
El interés por la cultura vitivinícola está cada vez más presente en los planes de los turistas y, de acuerdo con un estudio realizado por Ismea y la Asociación Italiana de Turismo Enogastronómico (AITE), atrae a casi dos de cada tres viajeros en Italia (64,5%). Este tipo de turismo, denominado enoturismo, no solo representa una oportunidad de negocio para las bodegas, sino que también fomenta el desarrollo de las comunidades locales.
Un motor para el desarrollo local y rural
Los resultados reportan un alto nivel de satisfacción entre los enoturistas, con tres de cada cuatro declarándose satisfechos, especialmente por la alta calidad de los servicios ofrecidos durante las visitas a las bodegas, la relación con los locales y los trámites de reserva. No obstante, el estudio identificó áreas de mejora entre el público joven, especialmente en cuanto a la calidad del servicio, facilidad de reserva y acceso a la información.
El jefe del departamento de estadística y transformación digital de la OIV, Giorgio Del Grosso, destacó la importancia del enoturismo para la diversificación de ingresos y como un pilar fundamental para el sector vitivinícola. Agregó que es de especial relevancia para las bodegas en años difíciles como 2023, un año marcado por una cosecha particularmente pobre.
Livio Proietti, presidente de Ismea, destacó el objetivo del acuerdo: poner el enfoque en las principales variables cualitativas y cuantitativas del enoturismo italiano, un segmento relevante del sistema vitivinícola nacional que vincula productos y territorios, contribuyendo al éxito de lo «hecho en Italia». Esta tendencia turística, como el agroturismo, preserva el atractivo de las zonas rurales, cada vez más amenazadas por el riesgo de despoblación.
Roberta Garibaldi, presidenta de AITE, respondió al estudio afirmando que «El sector enoturístico representa ahora un fenómeno importante en términos económicos y en crecimiento para los ingresos de las empresas de vino italianas. El nivel alcanzado por el enoturismo es tal que requiere un análisis científico estructurado, para poder delinear la afluencia de visitantes y cerrar el gap entre el deseo del turista y su disfrute real, y para llevar a cabo proyectos de sistema, apoyando el turismo rural y las inversiones públicas y privadas necesarias para impulsar el empleo y generar riqueza».