Reinvención de los vinos de la bodega Cortes de Cima en la región de Alentejo
En 2020, una página sellada con vino y tradición se dio vuelta en la bodega lusa Cortes de Cima, ubicada en el corazón de Alentejo. Anna Jørgensen, hija de los fundadores, asumió el control e inició un amplio proceso de transformación del negocio familiar. El objetivo era claro: reinventar la estrategia vitivinícola de la bodega, apostando por la sostenibilidad y las prácticas de bajo impacto.
La metamorfosis de una tradición vinícola
Las primeras decisiones de Anna trascendieron las típicas reformas gestionarias. La nueva titular de Cortes de Cima se embarcó en un recorrido de transformaciones sustanciales con un horizonte a largo plazo. «Nuestro gran enfoque comenzó en el viñedo», afirma Jørgensen. Para 2020, todo se volvía orgánico en la bodega, se dejaba de lado el uso de herbicidas y se implementaban prácticas de regeneración. Todo esto, con el fin de conseguir una mayor resiliencia del viñedo ante el cambio climático.
Además, según explica Jørgensen, la reducción en la superficie del viñedo ha sido significativa. De las 240 hectáreas que se cultivaban en 2019, actualmente sólo se trabaja en 120. Sin embargo, no queda ahí la cosa. Según Anna, están identificando cuáles son los mejores terroirs para el futuro, por lo que la superficie cultivada está aún en proceso de análisis y es probable que se reduzca más.
Este cambio de corte regenerativo y biodinámico no es usual en viñedos de gran tamaño. «La agricultura a esta escala requiere que se trabaje muy bien y se sea organizado», admite Anna, pero es una oportunidad de generar un impacto al mostrarse como ejemplo de que sí es posible llevar a cabo estas transformaciones a gran escala.
En contínua reinversión, el rango de vinos de Cortes de Cima también ha visto una metamorfosis. Han reducido la producción y aumentado el precio de sus referencias más conocidas, y han lanzado nuevas líneas enfocadas en pequeñas producciones de proyectos especiales e interesantes.
Los vinos de Cortes de Cima: más proximidad, calidad y exclusividad
Entre estos proyectos especiales encontramos la nueva serie de vinos «Wildcard», y «Daqui», esta última destinada a los vinos singulares. Además, Anna y su equipo han trabajado para hacer vinos con menor intervención enológica y han estrenado un nuevo diseño de etiqueta.
La bodega trabaja en la identificación variada de suelos y en la definición de las viñas del futuro, teniendo en cuenta la densidad, las cepas y el tipo de arquitectura del viñedo, todo ello con el apoyo de expertos de renombre. La selección de las vides que entran en sus vinos, diversas intervenciones reducidas en la producción de vino y la reconfiguración de las etiquetas, son parte integral de la revolución que arenga Anna Jørgensen en la bodega Cortes de Cima.
Domaines de Cima sorprenderá con nuevas incorporaciones basadas en diferentes tipos de suelo. Su objetivo al impulsar estos cambios valientes y radicales es simple pero ambicioso: pasar de ser reconocidos por su estilo enológicamente experto y afrutado, a elaborar vinos que reflejen fielmente la identidad y tipicidad de su tierra.