Introduciendo la historia detrás de la granja Patrizia Cencioni, una entidad respetada en la escena del vino en Montalcino, Italia. Esta es una granja familiar administrada por la fundadora Patrizia y sus dos hijas, Annalisa y Arianna. Su presencia en Montalcino es significativa debido a la combinación armoniosa de experiencia, habilidades empresariales y una atmósfera de gracia y serenidad en el entorno de trabajo.
Historia y Cultivo
El origen de esta granja de vinos remonta sus raíces al 1989, sin embargo, su historia va más allá, a una granja anterior existente en los años 50, iniciada por Giuseppe Cencioni, un pionero en la producción del famoso Brunello di Montalcino. En la actualidad, la finca cuenta con 9 hectáreas de viñedo, cultivado exclusivamente con la variedad de uva Sangiovese. Sin embargo, en total, la finca abarca 50 hectáreas que incluyen olivares y bosques. Un componente interesante de esta finca es su diversidad de suelos que incluyen tipos de estratificación y composición que varían entre arcilla, arena y una gran cantidad de galestro, una formación de roca esquistosa común en Italia, que aporta una riqueza de aromas y una estructura notable a sus vinos.
La tradición junto al espíritu innovador de la tercera generación de esta familia se aprecia en cada vino producido. Cada etapa de la producción es cuidadosamente gestionada, desde los viñedos hasta la selección manual de las uvas, lo que asegura que el trabajo post cosecha sea esencialmente un proceso de cuidadoso control y observación, sin intervenciones mayores. Este minucioso proceso permite, en palabras de Patrizia, crear el vino «en el viñedo».
Las etapas de la comercialización de los vinos de Patrizia Cencioni están manejadas por Pellegrini SpA. Las etiquetas de las botellas se adornan con el emblema del sol, reflejando la filosofía de la bodega: la importancia del sol en la producción del vino y el máximo respeto por la naturaleza.
Además, cada vino de Patrizia Cencioni lleva el espíritu de un ser querido. Un ejemplo claro es el homenaje al zio Ofelio, un hombre que dejó una huella importante en la historia de la granja y que siempre impulsó a Patrizia a avanzar, incluso en los momentos más duros. Esta dedicación demuestra el compromiso de Patrizia y su familia por mantener las tradiciones vivas y al mismo tiempo mirar hacia el futuro con renovadas esperanzas.
Por último, pero no menos importante, la calidad y prestigio de los vinos generados por el trabajo de Patrizia y su familia, como el notable «Brunello di Montalcino 2019 Docg», hablan por sí mismos. La herencia vinícola de la granja Patrizia Cencioni, respaldada por el espíritu inquebrantable de la familia Cencioni, seguirá capturando el corazón de los amantes del vino por generaciones.