La historia vitícola del famoso Aubert de Villaine da un nuevo giro con su adquisición en 1971 de una propiedad en Bouzeron, el primer pueblo de la Côte Chalonnaise. Sin duda, no se trata de un gesto caprichoso destinado a producir cuvées mínimas. Junto a su sobrino Pierre de Benoist, al timón desde 2001, este dominio se consagra a expresar la personalidad de la variedad Aligoté y los cru del Chalonnais, creando vinos simplemente exquisitos.
El asentamiento en Bouzeron y una tradición vinícola en constante evolución
Implantado en Bouzeron, al sur de Beaune y entre los pueblos de Santenay, Rully y Mercurey, el Domaine de Villaine se erige sobre un terreno excepcional que desde la Edad Media ha estado cubierto de vides. Los monjes de Cluny fueron los responsables de vestir este soleado valle con viñedos, produciendo vinos singulares y de alta calidad.
Cuando Aubert y Pamela de Villaine compraron este patrimonio de casi 20 hectáreas en 1971, poco podían imaginar que bajo la dirección de su sobrino Pierre de Benoist, la propiedad se expandiría en la actualidad hasta los 29,6 hectáreas. La variedad Aligoté, cultivada en torno a dos tercios de la finca, desempeña un papel estelar, permitiendo a los vinos desarrollar una gran personalidad y calidad sorprendente.
Agricultura ecológica y biodinámica en la esencia de Domaine de Villaine
Los viñedos de Chardonnay, Aligoté y Pinot Noir del Domaine de Villaine se cultivan esencialmente en laderas expuestas al este/sureste. Con suelos pobres y predominio de caliza con rendimiento controlado, las variedades se benefician de un microclima cálido que favorece la maduración de la uva. El resultado son unos vinos especialmente frutales y puros, naturalmente deliciosos y adaptados a acompañar cualquier plato.
Para producir vinos de alta calidad es imprescindible vinificar uvas saludables y maduras. Para garantizar esto, el Domaine de Villaine se comprometió desde 1986 con los principios de la agricultura ecológica, certificada en 1997 por Qualité France. Además, adoptaron una filosofía de viticultura biodinámica sin certificación, donde los pesticidas y herbicidas quedan excluidos para respetar el equilibrio natural del viñedo.
Sus vinos, que han alcanzado la cúspide de los más prestigiosos de la región, no solo deben su reconocimiento a la cuidada selección de la vid y el riguroso mantenimiento del viñedo, sino también al meticuloso trabajo en bodega, que promueve una vinificación poco intervencionista y lo más natural posible. Gracias a la pasión y dedicación de Aubert de Villaine y Pierre de Benoist, el Domaine de Villaine ha logrado trascender y aportar un soplo de aire fresco a la viticultura de Borgoña, demostrando cómo la innovación y el respeto por la tradición pueden, y deben, ir de la mano.