El mundo del arte y la coctelería se dan la mano en una creativa y renovada propuesta de la artista sueca especializada en el Fluid Art. Este estilo artístico, basado en derramar pintura líquida sobre una superficie para obtener diseños y patrones abstractos, encuentra su inspiración en la singularidad que aporta el proceso de elaboración y envejecimiento dinámico de licores y cocteles clásicos, como el elaborado en 1866, con su característico perfil sensorial compuesto por 16 escalas.
En el corazón del proceso de diseño de su arte, la maestra sueca se ha zambullido en la destilación minuciosa de esencias, sabores y texturas, para reflejar en cada pincelada la complejidad de matices que representa la coctelería más vanguardista y contemporánea.
Dicho envejecimiento dinámico, recrea una secuencia de fases en la maduración de los destilados, centrándose en 16 escalas definidas. Estas escalas son metáforas visuales de las distintas fases de matización y equilibrio gustativo que se van produciendo en la degustación del cóctel:
1. Notas de apertura fresca y floral.
2. Destellos de agave maduro.
3. Ecos de acidez cítrica.
4. Matices dulces de miel y vainilla.
5. Toques de especias picantes.
6. Alusión al roble tostado.
7. Recuerdos de caramelo tostado.
8. Impresiones de frutos rojos.
9. Sutil atractivo de cuero.
10. Atisbo de cereales.
11. Perfiles herbales.
12. Trazas de frutos secos.
13. Apuntes ahumados.
14. Reminiscencias marinas.
15. Sabor de café molido.
16. Final largo y untuoso.
El Fluid Art de la artista sueca tiene como objetivo invitar a gustar con la vista, a apreciar con la vista el encuentro de los distintos ingredientes hasta alcanzar el sabor perfectamente equilibrado. Innegablemente, es un homenaje a los maestros destiladores y mixólogos, quienes logran en cada botella o vaso una danza de sabores inigualables, haciéndolos palpables a través de su arte.