La Bodega Cepa 21, ubicada en Castrillo de Duero, Valladolid, es la protagonista de un incidente muy particular. El fin de semana pasado, un individuo anónimo logró entrar en la sala de depósitos de la bodega, algo que solo pudo hacer alguien que conocía bien el lugar, según el propietario, José Moro. Este inesperado suceso ha traído consigo la pérdida de más de 60.000 litros de vino de alta gama, un golpe valorado en más de dos millones y medio de euros.
Cepa 21 se ha convertido en referencia del enoturismo en la Ribera del Duero. Esta bodega lleva desde el año 2000 produciendo vinos a partir de cepas centenarias, incluyendo sus vinos insignia, Horcajo y Malabrigo.
Malabrigo es una de las estrellas de Cepa 21, concebido como un fiel reflejo de Castilla y sus habitantes. Este vino tinto tiene un perfil maduro muy atractivo, un color rojo abundante y un sabor frutal, con toques especiados que le otorgan un equilibrio perfecto.
El nombre Malabrigo proviene de una parcela con suelo arcilloso-arenoso, donde se trabaja bajo condiciones climáticas difíciles. Este vino es nada menos que un homenaje a la labor del hombre en el campo, a quien tiene que batallar con las hostiles condiciones atmosféricas y los contrastes térmicos. En el reconocido índice Robert Parker, Malabrigo ha obtenido una puntuación de 92/100.
Por otro lado, Horcajo es otro de los grandes de la colección de Cepa 21. Llegó en el 2014, siendo el vino de alta gama de la bodega. Producido a partir de una parcela ubicada a entre 850 y 900 metros de altitud, se obtiene un vino estructurado y con ricos perfiles aromáticos.
Horcajo es criado en barricas de roble francés, presumiendo de un intenso color rojo picota. Este tempranillo refleja una gran personalidad y riqueza en nariz, ofreciendo en boca un sabor envolvente y elegante. Este vino ha sido valorado con 93/100 en la lista Robert Parker.
El robo registrado en la bodega así como la pérdida consecuente han sacudido a los amantes del vino, ya que estos vinos de alta gama se han convertido en símbolos de la calidad enoturística de España. A los responsables de esto solo queda decirles que se han llevado algo más que simple vino, han robado auténticas piezas de arte y excelencia.