La armonización de políticas en el sector vitivinícola europeo está tomando un rumbo crucial. Recientemente, miembros de la Confederación Española de Asociaciones Vitivinícolas (CECRV) se dirigieron a representantes españoles en el Parlamento Europeo para subrayar la urgencia de implementar los acuerdos alcanzados en el Grupo de Alto Nivel para la Política Vitivinícola. La importancia de estos acuerdos radica en su potencial para regularizar y dar forma a la legislación europea relacionada con el vino, permitiendo su aplicación a lo largo de este año, incluso antes de la próxima revisión de la Política Agrícola Común (PAC).
IMPACTO EN LA SALUD PÚBLICA Y CONSUMO MODERADO
Los representantes del sector también han demandado un tratamiento diferencial para el vino en el ámbito de la salud pública, argumentando que debe ser visto de forma diferente a otras bebidas alcohólicas. Su propuesta se centra en promover el consumo moderado como la clave para disfrutar de las cualidades del vino, resaltando su papel cultural y social en la comunidad europea.
Adicionalmente, la CECRV expresó su preocupación ante el avance de políticas restrictivas hacia todas las bebidas alcohólicas. Los miembros enfatizan que una aproximación indiscriminada puede perjudicar la promoción de un consumo responsable y el reconocimiento del vino como un producto con características únicas y beneficios potenciales.
Otro aspecto que los representantes han señalado es el reciente acuerdo administrativo entre la Comisión Europea y la EUIPO. Este acuerdo, percibido como problemático por algunas denominaciones de origen, podría diluir la gestión de las indicaciones geográficas (IG). Según ellos, las funciones asignadas a la EUIPO superan lo que fue acordado en la reforma reciente sobre IG, lo que podría afectar gravemente a las producciones locales.
PLAN DE ACCIÓN Y POLÍTICAS COMERCIALES
Momentos clave en la reunión fueron las demandas de respaldo a un Plan de Acción sobre Indicaciones Geográficas (IIGG) propuesto por las denominaciones de origen. Este plan ha sido reconocido por el Comisario de Agricultura, quien ha subrayado su necesidad para preservar la calidad y sostenibilidad del sector vitivinícola. El impacto positivo de este plan no solo favorecería a los productores, sino que también reforzaría el tejido rural europeo.
Por otro lado, el fortalecimiento de las políticas comerciales de la Unión Europea orientadas a mantener acuerdos bilaterales y multilaterales es visto como fundamental. La CECRV sostiene que estas medidas son esenciales para asegurar el libre comercio y, en consecuencia, la competitividad del vino europeo en el mercado global.
Así, el sector vitivinícola se enfrenta a un momento histórico en el que la colaboración entre productores, administraciones y entidades europeas será determinante para la evolución y reconocimiento del vino en el contexto cultural y económico de Europa.