El sector vitivinícola de La Palma continúa mostrando su dinamismo y creatividad, tal como se puede apreciar en la reciente selección de la obra que representará la Festividad de San Martín 2024. Esta pieza, titulada «Origen», ha sido diseñada por Ester Hernández Cabrera, estudiante de la Escuela de Arte Manolo Blahnik. La elección de esta obra no es meramente estética; refleja una conexión profunda con la tradición vinícola de la isla y su rico legado cultural.
Una obra que simboliza tradición y modernidad
La autora de «Origen» describe su obra como un homenaje a la cepa, que ha sobrevivido a lo largo de 500 años, enfrentándose a los desafíos del tiempo y el entorno. En su creación, resalta la simbología de la tierra volcánica de Fuencaliente, así como la importancia de las hojas de parra y la jura de las pipas de vino nuevo, marcando el ciclo de la cosecha y la celebración del patrón local, San Martín. El Roque Teneguía, emblemático de la región, sirve de telón de fondo, enfatizando la conexión con la tierra que nutre cada cepa.
El jurado, integrado por expertos del Consejo Regulador y del ámbito artístico, valoró un total de dieciséis obras presentadas, analizando aspectos como la adecuación temática, la calidad artística y la originalidad. La competitividad de este año fue notable, dado que la obra ganadora obtuvo una puntuación de 31,50, apenas por delante de otra pieza que alcanzó 31,33 puntos. Por este motivo, se decidió otorgar un accésit a «El Momento» de Ligia Elena Remedios Cairos.
El evento de entrega de diplomas a los participantes del concurso se llevará a cabo el próximo 9 de noviembre, coincidiendo con la jura de la pipa, una actividad que también se enmarcará dentro del I Festival Gastronómico «La Palma Me Sabe». Este festival busca destacar la rica gastronomía local en sintonía con el patrimonio vinícola de la isla.
El Consejo Regulador manifiesta su agradecimiento a la Escuela de Arte Manolo Blahnik, reconociendo el talento y la dedicación de su alumnado y profesorado. Esta colaboración no solo contribuye al desarrollo artístico de los estudiantes, sino que también refuerza la identidad cultural de La Palma a través de la viticultura, ofreciendo una plataforma para que nuevas generaciones de artistas se inspiren en la riqueza del vino y su historia en la isla.