Conforme el cálido agosto hace su entrada, surge el verano y las esperadas vacaciones de muchos individuos. Sin duda, es el momento de relajarse, compartir y pasar buenos momentos con la familia y los amigos. Uno de los placeres más sencillos y auténticos que nos unen en esta época, es la dicha de disfrutar una deliciosa comida bajo el cálido sol de verano. En estos momentos, la elección de una copa de vino apropiada puede realzar aún más la experiencia. Para ello, hoy te presentamos nuestra recomendación: el Solpost Blanco de Cellers Sant Rafel.
Solpost Blanco: El vino de verano por excelencia
Elaborado totalmente con la variedad garnacha blanca, el Solpost Blanco es un vino fresco y vívido, que se presenta con intensidad y despliega un abanico de misteriosas sorpresas. Desde las primeras notas cítricas hasta los elegantes sabores de las frutas tropicales, este vino puede impresionar incluso al paladar más exigente.
El Solpost Blanco ofrece una experiencia única, con sus 5 meses de envejecimiento en barrica junto a sus propias lías. Con una producción moderada, de poco más de 5.500 botellas por año, este vino se caracteriza por un color amarillo tenue pero claro, que lo hace distintivo en la copa.
En nariz, es donde el Solpost Blanco conquista realmente. Su carácter varietal de la garnacha blanca se manifiesta en sobresalientes aromas florales, cítricos y tropicales, acompañados por un toque salino y mineral, que evocan los terruños de donde procede.
Al degustarlo, es fácil apreciar estas mismas notas, con una persistencia que lo hace un vino con un elegante volumen y longitud en boca. Esto, sumado a su frescura, lo convierte en el acompañante perfecto para una gran variedad de alimentos, desde marisco y pescado blanco, hasta una selección de quesos mientras se disfruta de una puesta de sol.
El enorme encanto de este vino de Cellers Sant Rafel, su versatilidad y equilibrio, lo hacen digno de ser el protagonista en nuestra mesa de verano.