La reciente subasta de Sotheby’s ha marcado un hito en el sector de los destilados, mostrando una vez más la *exclusividad y el valor* de ciertos productos en el mundo del whiskey. El centro de atención fue una botella de bourbon de edición limitada, que representa no solo un producto de alta calidad, sino también un símbolo del legado de la destilación americana. Tras su valoración inicial de entre 30,000 y 50,000 dólares, esta botella superó todas las expectativas, convirtiéndose en la más valiosa vendida en la era post-prohibicionista.
Un legado en vidrio
La botella en cuestión, parte de la Van Winkle Selection, fue elaborada por la histórica destilería Stitzel-Weller y supervisada por Julian Van Winkle III, quien es considerado una figura clave en la renovación de esta marca icónica. Según los informes de Sotheby’s, esta botella no solo destaca por su contenido; contiene un 62.8% de alcohol por volumen, lo que la convierte en una de las versiones más potentes de la marca. La atención al detalle se extiende hasta el diseño, creado por su hijo, Preston Van Winkle, lo que añade un componente personal y único al producto.
- Importancia del evento: Esta subasta enfatiza la creciente demanda global por el whiskey americano.
- Valoración histórica: Superó el récord anterior establecido por una botella de Van Winkle de 18 años, que había alcanzado los 107,715 dólares.
- Patrimonio cultural: Esta venta subraya el aprecio continuo por el arte y la herencia de la destilación estadounidense.
Según Zev Glesta, especialista en whiskey de Sotheby’s, esta venta representa un momento decisivo en la historia del whiskey americano, *reflejando la admiración que este legado ha inspirado entre coleccionistas y aficionados*. No cabe duda de que el nombre Van Winkle ha alcanzado un estatus incomparable en el mundo de los destilados, y cada subasta refuerza aún más este prestigio.
Con una tradición que se remonta a 1893, la destilería ha sabido adaptarse y evolucionar, convirtiéndose en un referente vital en la industria. Este evento no solo ha resaltado la calidad y el carácter del bourbon estadounidense, sino que también ha reafirmado la posición de Van Winkle como una *maravilla del patrimonio nacional* y un objeto de deseo para los amantes de los destilados finos en todo el mundo.