La viticultura moderna se enfrenta a constantes desafíos, y uno de los casos más emblemáticos es el de Istine, una bodega ubicada en la región de Chianti Classico, específicamente en Radda. Angela Fronti, la apasionante alma detrás de esta bodega, ha logrado fusionar prácticas orgánicas con técnicas contemporáneas, logrando un equilibrio tanto en calidad como en sostenibilidad.
Innovaciones y Prácticas Agrícolas
Su viñedo se extiende a lo largo de 25 hectáreas, distribuidas en parcelas que destacan no solo por la calidad de las uvas, sino también por el entorno natural que las rodea. En Radda, donde aproximadamente el 80% del territorio está cubierto por bosques, la biodiversidad favorece un ecosistema saludable, crucial para la producción de vino de alta calidad.
Desde que comenzó a embotellar en 2012, Angela ha transformado la bodega familiar que anteriormente se dedicaba a la venta de vino a granel. Actualmente, la bodega produce alrededor de 100,000 botellas al año, incluyendo selecciones de Chianti Classico y rosados, que han recibido elogios internacionales.
- Istine Chianti Classico 2021: Fresco y con una estructura tánica bien definida, ideal para los aficionados al vino que buscan características puras.
- Istine Merlot 550 2020 IGT Toscana: Ofrece una expresión única de Merlot con un distintivo sello toscano, cerrando con una acidez brillante.
- Istine Bianco Toscana 2022: Este blanco ha sido elaborado con una mezcla de Malvasia Bianca y Trebbiano, ofreciendo un elegante cuerpo y textura en boca.
Angela Fronti no solo busca la perfección en la producción, sino que también experimenta con métodos innovadores. Ha realizado cambios en la forma de vinificación, prefiriendo el uso de fermentación en ánforas, que aportan características únicas a sus vinos. Este proceso permite una mayor expresión del terroir, lo que resulta en vinos con una identidad más pronunciada.
La rápida adaptación de la bodega a los desafíos impuestos por la pandemia de COVID-19 ha sido notable. En 2020, al enfrentarse a la incertidumbre del mercado, logró duplicar su producción, lo que habla de la calidad de sus vinos y la resiliencia de la bodega. A medida que Istine sigue evolucionando, es evidente que el compromiso de Angela con la calidad y la sostenibilidad es un pilar fundamental de su exitosa trayectoria.