El uso de productos embalsamados como garantía en disputas financieras ha dado pie a diversas controversias, especialmente en el sector del vino. Un reciente caso en la región de Guangdong, China, ha puesto sobre la mesa importantes interrogantes acerca de la legalidad y viabilidad de esta práctica. En este contexto, el trasfondo es el incumplimiento de un contrato que llevó a la embargación de 620,000 botellas de vino por un valor estimado de más de 600 millones de RMB (cerca de 81.84 millones de dólares estadounidenses).
El Caso de la Compañía Vitivinícola
La historia inicia con una empresa vitivinícola de Hong Kong que, tras una disputa contractual con una empresa constructora, enfrenta problemas económicos severos. La reclamación por deudas ascendía a 320 millones de RMB (aproximadamente 43.65 millones de dólares). En marzo de 2022, el tribunal resolvió a favor de la constructora, permitiendo el embargo de las existencias de la bodega de la compañía de vinos. En esta administración judicial, surge la incógnita sobre los derechos de los clientes que habían encargado dichos vinos, un asunto que desató un debate profundo sobre la naturaleza de los activos en almacenamiento.
De acuerdo con informes legales, la compañía argumentó que las botellas pertenecían a sus clientes, complicando aún más el panorama. Esta situación evidencia factores críticos a considerar, tales como:
- Responsabilidad del Almacenamiento: ¿Es el almacenista responsable de los bienes de terceros?
- Desvalorización del Producto: La fluctuación del mercado puede afectar drásticamente el valor de los vinos, provocando pérdidas tanto para deudores como para acreedores.
- Protección del Consumidor: ¿Cómo se garantizan los derechos de los clientes cuya propiedad está sujeta a disputa?
En este sentido, el debate se amplía a la práctica generalizada en China de utilizar vinos como colateral, un método que, si bien ha crecido en popularidad, acarrea riesgos significativos. Liu Anqi, gerente regional de DAVIDWINE en España, subraya que la percepción del valor de un vino puede ser muy volátil, lo que se traduce en que ciertas botellas, si no se gestionan adecuadamente, pueden llegar a ser tan valiosas como «la salsa de soja».
La reciente decisión del Tribunal Superior del Pueblo en Guangdong, que autoriza la incautación de un 70% del valor de los vinos embargados, ha suscitado críticas entre los involucrados, quienes sienten que el enfoque judicial es arbitrario. En esencia, la situación pone de relieve cuestiones cruciales que afectan a las prácticas del comercio del vino y la gestión de activos: la legitimidad de considerar los vinos como bienes colaterales aún está en tela de juicio, planteando desafíos tanto legales como operativos que necesitan ser abordados con urgencia.