En una visita guiada por los variados terroirs de Cairanne, Bruno Boisson, reconocido enólogo y especialista en vinos del Ródano, nos llevó a través de diferentes paisajes de viñedos y nos introdujo a la diversidad realmente única de la región. En la mirada de este experto, Cairanne no es la denominación más potente, pero presenta una elegancia y frescura que la distingue en el conjunto del Ródano meridional.
Explorando los terroirs de Cairanne
Bruno Boisson comenzó nuestra inmersión en los terroirs de Cairanne en los suelos aluviales de la Terrasse du L’Aygue. Aquí, los suelos están compuestos de gravas, arenas finas y algo de arcilla, lo que, según Bruno, resulta en vinos frutales y frescos. Esta región representa aproximadamente el 30% de la denominación.
Proseguimos con los suelos arenosos, bastante raros y que representan solo el 5% de la denominación. En estos suelos, Bruno ha plantado cepas jóvenes (con apenas 5 años) y conserva también algunas viñas antiguas plantadas en 1915.
La siguiente parada fue la Montagne de Ventabren, con suelos de arcilla azul y algo de contenido calizo. Justo encima de estos, los suelos están completamente dominados por piedra caliza. Se puede apreciar mucha diversidad, causada por la erosión.
Por último, llegamos a la garrigue, un altiplano de antiguas laderas fluviales sobre arcilla roja. Los cantos rodados hacían difícil el arado con caballos, por lo que hasta la llegada de los tractores mecánicos en los años 50, se utilizaba principalmente como matorral de pastoreo. Aquí se producen vinos poderosos, constituyendo el pilar de los coupages.
En cada una de estas paradas, fue evidente el respeto y apreciación de Bruno por la tierra y cómo ésta se refleja en cada vino. Cairanne tiene frescura y un estilo vinícola propio que, sin ser el más potente, sí muestra una contribución elegante y única al perfil vinícola de la región del Ródano.