El respetado viticultor italiano, Tenute del Cerro, ha encontrado un aliado inusual en la protección de sus viñedos, encarnado en el lobo, un animal a menudo temido pero que, en este caso, se ha convertido en un colaborador especial.
Lobos, los protectores inusuales de los viñedos
Las fincas de Tenute del Cerro están situadas en las resplandecientes regiones de Umbria y Toscana. Recientemente, han bendecido el regreso de los lobos a sus tierras, elevándolos al papel de «colaboradores especiales». Lejos de ser una amenaza, la presencia de estos majestuosos animales ha demostrado ser favorable para la protección de la vid.
El Director General de Tenute del Cerro, Antonio Donato, ha aclarado esta inusual relación. Según él, este equilibrio alcanzado entre los lobos y la vid contribuye a la sostenibilidad ambiental y económica de la empresa. Los lobos protegen los viñedos al alejar a otros animales salvajes que podrían causar daños, como jabalíes y corzos. Este hecho cobra especial relevancia durante la primera etapa vegetativa de la vid, cuando los cultivos son más vulnerables.
La inclusión de lobos en las tierras de viñedos no sólo ha resultado en un impulso a la biodiversidad local, sino también en una forma ingeniosa de manejar los desafíos que presenta la naturaleza.
Innovación en la gestión de recursos
Más allá de la singular colaboración con los lobos, Tenute del Cerro ha destacado por su empeño en integrar novedosas tecnologías y prácticas sostenibles en el corazón de su proceso de producción. Antonio Donato señaló que la empresa ha iniciado un importante proyecto de sostenibilidad ambiental, aplicando un enfoque holístico que abarca todas las cuestiones ambientales relevantes para la vitivinicultura.
Para hacer frente a los retos que plantean los cambios climáticos, Tenute del Cerro ha confeccionado estrategias específicas contra la sequía. Han implementado medidas que ya han dado lugar a una fuerte reducción de la química y han instalado un sistema de riego que cubre la mayor parte de sus viñedos.
El avance e innovación demostrado por Tenute del Cerro en su gestión vitivinícola sostenible y en su coexistencia armónica con la fauna local, revoluciona la forma en que vemos la interacción de la industria con la naturaleza.