En un giro «histórico», las ventas de cava dentro del mercado nacional español experimentaron un notable crecimiento durante el año 2023, rozando las 252 millones de botellas, lo que significa un aumento del 4,02% en comparación con el año anterior. Esto, según los informes emitidos por parte del Consejo Regulador de la D.O. Cava.
Contraste en los mercados internacionales
Sin embargo, este rayo de luz no se traduce en números igualmente positivos dentro del mercado internacional. De hecho, las ventas cayeron un 0,25%, una caída que los analistas atribuyen a la actual inflación en los principales mercados de Europa y una disminución en las ventas en Estados Unidos.
El mercado alemán emerge como un reducto de crecimiento, con un aumento en las ventas de un 4,14% y unos envíos que alcanzan los 31,1 millones de botellas. No obstante, las ventas en Estados Unidos mostraron un ligero descenso aunque se mantiene sólido en segunda posición con un total de 21,6 millones de botellas vendidas.
Contrariamente, Bélgica y el Reino Unido vivieron un aumento en las ventas con un crecimiento respectivo del 5,44% y 5,38%, con un total de 22 y 16,8 millones de botellas vendidas correspondientemente. Además, vale la pena destacar que el mercado brasileño ha experienciado un crecimiento masivo de 75,8%, aunque las ventas solo llegan actualmente a 1,9 millones de botellas.
Tendencias emergentes
A pesar de que las ventas de productos procedentes de la agricultura convencional experimentaron una disminución del 1,65%, los productos ecológicos destacaron con un crecimiento sorprendente del 24,59%, alcanzando la cifra de 32,3 millones de botellas vendidas.
Además del auge de los productos ecológicos, la vendimia de 2023 trae a la mesa otra tendencia sumamente interesante: el crecimiento pronunciado en la venta de los cavas rosados, que registró un crecimiento del 3,31%, llegando a un total de 23,5 millones de botellas vendidas.
Incluso, se evidenció un creciente interés en los Cavas de Guarda Superior, especialmente tras la implementación de una nueva normativa que establece una crianza mínima de 18 meses para la Reserva, una ampliación respecto a los 15 meses estipulados anteriormente.
Tras este panorama de contrastes y tendencias en constante evolución, queda evidente la resilencia y fortaleza del mercado del cava, que a pesar de los desafíos que surgen a nivel nacional e internacional, sigue encontrando maneras de crecer y prosperar.