Los restos de un mausoleo de la antigua Roma, India y el axioma localizado en Carmona, Sevilla, durante la construcción de una vivienda, han desvelado un extraordinario hallazgo. En su interior se encontraron los restos de seis individuos y un líquido identificado como el vino blanco más antiguo del mundo, según los estudios realizados por arqueólogos de la Universidad de Córdoba y el Ayuntamiento de Carmona.
Un hallazgo sin precedentes
Varias urnas de vidrio almacenadas en el mausoleo familiar datado en el siglo I d.C., conservaban restos incinerados y sumergidos en un líquido que, tras múltiples análisis, se ha identificado como vino blanco. Este hallazgo supone una sustancial contribución al conocimiento del ritual funerario romano y de la historia vitivinícola mundial.
En concreto, y tal como explica Daniel Cosano, arqueólogo del Ayuntamiento de Carmona y autor principal del estudio, la composición química del líquido encontrado ha permitido determinar su antiquísima procedencia y vinculación con el vino.
El hallazgo del líquido en las urnas funerarias sorprendió a los arqueólogos, explica Juan Manuel Román, coautor del estudio, pero la razón de su conservación radica en que el mausoleo estaba sellado e intacto. Además, con el paso del tiempo, el vino había adquirido un tono rojizo.
El estudio de este vino blanco del siglo I d.C. ha desplazado al antiguo poseedor del título «el vino más antiguo del mundo», una botella encontrada en Espira (Alemania) datada en el siglo IV d.C.
Para la confirmación de que se trataba de vino blanco, el equipo de investigación liderado por José Rafael Ruiz Arrebola, catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba, se centró en el estudio de biomarcadores llamados polifenoles del líquido encontrado, comparándolo con los presentes en los vinos de la región.
El análisis permitió concluir que, pese a la ausencia de un polifenol conocido como ácido siríngico -habitualmente presente en los tintos-, sí se conservaban otros siete biomarcadores similares a los encontrados en vinos de Montilla-Moriles, Jerez o Sanlúcar, lo que aventura que el vino encontrado en Carmona posiblemente fuera blanco.
Respecto a su denominación de origen, el estudio de las sales minerales del líquido apunta a una similitud con los vinos producidos en la antigua provincia romana de la Bética, en concreto, con la versión de Montilla-Moriles.
Además del fascinante descubrimiento del vino blanco más antiguo del mundo, el mausoleo ha desvelado otros secretos sobre las costumbres y rituales funerarios de la Antigua Roma. Así, se ha identificado el uso de valiosos objetos personales y perfumes en las urnas femeninas, a diferencia de las masculinas, en las que predominaba el vino, siguiendo la costumbre romana que desaconsejaba el consumo de vino entre las mujeres.
Este mausoleo familiar, situado en su tiempo junto a la vía que unía la antigua Carmo con Hispalis (la actual Sevilla), y perteneciente a una familia de la élite local, sigue siendo objeto de estudio por los arqueólogos que desean desentrañar los secretos del mundo funerario de la Antigua Roma. Un hallazgo que sigue ofreciendo importantes y sorprendentes descubrimientos sobre el pasado.