El valor de los antiguos caldos en el mercado de subastas
Las antiguas cosechas son siempre buscadas con fervor en las subastas cuando se trata de grandes vinos. Su capacidad para resistir el paso del tiempo de manera elegante los hace especiales. En dichas subastas, los vinos adquieren una nueva dimensión en cuanto a sabores y texturas, impulsando una experiencia de cata innovadora. Esa es la razón para considerar darle un segundo vistazo a la colección de vinos que lleva años en tu bodega.
Definiendo un «Viejo Añada»
En iDealwine, una firma de subastas de vinos en línea con sede en Francia, se llama «viejo añada» a un caldo que tiene más de diez años de edad. Los precios de estos antiguos brebajes pueden dispararse debido a una simple regla de oferta y demanda, determinada por la rareza de la botella. Es bien sabido que, para que un vino se aprecie completamente y alcance su madurez plena, necesita tiempo. En iDealwine, se disfrutan más de 1300 botellas de viejas añadas, desde Bourgogne a Bordeaux, pasando por Rhône valley, Languedoc, Champagne, y hasta países como Italia, España y Hungría.
Las extrañas variaciones en el precio de los «Viejos añadas»
La referencia más antigua en la subasta de iDealwine es un calvados de Christian Drouin de 1939. Este destilado de sidra, con una alta proporción de pera, se vende por 1675 euros. Un rasgo peculiar es cómo los precios pueden variar según la puntuación otorgada por críticos famosos como Robert Parker. Un ejemplo notable es el famoso Château Pontet Canet, cuyo precio de su añada 2010 se disparó a 225 euros tras recibir una puntuación perfecta de 100 puntos de Robert Parker. El año siguiente, su calificación bajó a 93 puntos, y por lo tanto, el precio de la botella cayó a 88 euros.
Las Viejas Añadas y su encanto
La rareza de estas viejas añadas genera un fascinante misterio. Pongamos como ejemplo a Château Brane Cantenac 1981, valorado en 65 euros. Los entusiastas del vino pueden hacerse muchas preguntas acerca de su proceso de producción, su capacidad de envejecimiento y su sabor. Los viejos añadas despiertan el interés de los connaisseurs porque permiten descubrir una técnica de elaboración del vino distinta a la que se conoce en la actualidad.
¿Qué hacer con una «Vieja Añada»?
Es importante tener en cuenta que si cuentas con (muy) viejas botellas en tu bodega, ¡no debes deshacerte de ellas! Algunas de ellas quizá no podrán ser vendidas debido a su estado: etiqueta deteriorada, tapón hundido, botella defectuosa. Sin embargo, algunas de estas botellas, si se deciden vender, podrían reportar una suma considerable. Y si el estado de algunas no lo permite, tampoco deseches la posibilidad de abrirlas. En el peor de los casos, podría ser una decepción, en el mejor de los casos, una excepcional sorpresa. Esta es una buena razón para echar un vistazo a tu trastienda, ¿no te parece?