Importantes movimientos en la Asamblea de las Regiones Europeas Vitícolas (AREV)
Durante la actual sesión plenaria de la AREV en Iasi, Rumanía, ha habido varios acontecimientos notables, lo más sobresaliente ha sido la propuesta del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, de designar a la ciudad española de Toledo como la próxima sede para el plenario de esta significativa organización.
El refrendo a Toledo como sede se insta teniendo en cuenta que la AREV representa a los territorios y productores del sector del vino en Europa, un enclave esencial para unos 75 actores políticos e instituciones, además de para los profesionales del sector vitivinícola.
Dentro del marco de su intervención, García-Page ha ratificado que abandonará la presidencia de la AREV después de siete años al frente, como estaba estipulado previamente.
La AREV como puente entre regiones
García-Page ha manifestado su aspiración de que la AREV actúe como un «puente de conexión» entre las varias regiones que la componen. La finalidad es que se formulen y redacten proyectos conjuntos entre regiones, beneficiando así a la economía y la producción de vino en ellas.
Mención aparte merece el futuro de la AREV, donde el presidente de Castilla-La Mancha ve un cambio de sensibilidad tras las conversaciones con el comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, y diferentes comisarios de la Unión Europea. García-Page se muestra esperanzado de que se permita la defensa de los intereses del sector vino frente a las amenazas recurrentes con más seguridad y normalidad.
Asimismo, ha hablado de un «nuevo equilibrio» que se abre camino en Europa, una senda de colaboración que no solo concibe la sostenibilidad como una cuestión medioambiental, sino también como un equilibrio social y económico.
Se espera que con el cambio de dirección, la AREV continúe defendiendo los intereses económicos y sociales de los productores y las regiones vitivinícola, propiciando un crecimiento y desarrollo sostenible para el sector del vino europeo.