En el corazón de Madrid, donde se encuentra la Parroquia del Sagrado Corazón y San Francisco de Borja, se llevó a cabo el pasado sábado 6 de abril la celebración nupcial de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo. Esta ceremonia, a la que asistieron más de 500 invitados, no solo desencadenó una significativa escena social, sino que también generó un gran interés mediático.
La original elección del catering
Un detalle singular que captó la atención en este gran evento fue la elección del restaurante encargado del menú de la boda. Los novios escogieron a Lhardy, un prestigioso restaurante de Madrid, famoso por su emblemático cocido y con una larga tradición culinaria. Este establecimiento sorprendió a los asistentes con una selección de platos exquisitos como consomé, lasaña y solomillo.
En la misma línea, la cuidadosa selección de vinos incluyó a prestigiosas firmas españolas y francesas. Según el periódico ABC, se ofrecieron tres vinos al evento, Marqués de Riscal Verdejo (D.O. Rueda) para el blanco; Marqués de Murrieta Reserva (D.O.Ca. Rioja) para el tinto y, finalmente, Champagne Laurent Perrier.
Uno de los más destacados es Marqués de Riscal Verdejo perteneciente a las Bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal. Reconocido por sus notas altas en nariz y con una sensación untuosa y fresca en boca, fue uno de los protagonistas de la velada y se encuentra en la web de la bodega por 9,25 euros la botella de 75cl. Ideal para ser degustado a una temperatura de entre 8º y 10ºC y acompañar pescados, mariscos, pastas, pollo y carnes frías.
Por su parte, Marqués de Murrieta Reserva, con orígenes que se remontan a 1858, es una destacada bodega riojana que en 1895 se convirtió en la primera bodega no francesa en obtener la distinción del Diploma de Honor de la Exposición de Burdeos.
Innegablemente, la elección culinaria y enológica de los novios no dejó indiferente a nadie y contribuyó a realzar un día fundamental para ellos. La escogencia de vinos de alta calidad para los invitados demuestra el gusto y la elegancia de los anfitriones, resultando en una experiencia inolvidable para todos los presentes.