Las huertas vinícolas han encontrado un inusual nuevo hogar: los aeropuertos. Esta tendencia que comenzó en Mendoza, Argentina, donde los viñedos bordean la pista de aterrizaje, se extiende ahora a Europa con un innovador proyecto en la terminal internacional de Florencia en Italia.
El crecimiento de los viñedos en aeropuertos
A primera vista, un aeropuerto puede parecer un lugar poco probable para un viñedo, pero en Mendoza, Argentina, los pasajeros son recibidos por una extensión de viñedos, desde donde se elabora un vino único llamado Destino. Este vino es excepcional por cultivarse en las proximidades de un aeropuerto, una característica que no ha dejado de llamar la atención de los viajeros que tienen la suerte de sobrevolarlo.
Actualmente, el aeropuerto Amerigo Vespucci de Florencia se prepara para seguir su ejemplo con la construcción de un viñedo en su techo, cubriendo un área de 7,68 hectáreas. Este proyecto, diseñado por Rafael Viñoly Architects, permitirá a un viticultor local dirigir la producción del vino en su totalidad, desde el cultivo hasta la cosecha y el posterior proceso de envejecimiento en bodegas situadas justo debajo de los viñedos.
El vino producido en los viñedos de la terminal de Mendoza, el Malbec Destino, ha demostrado ser un éxito rotundo. Cosechado por la Cooperativa Fecovita, este vino destaca por sus fascinantes aromas florales y frutales y por su matiz de notas a frutas maduras en boca. Es sabido que el Papa Francisco es uno de los muchos afortunados que han podido degustarlo.
Impacto en las regiones vitivinícolas
Más allá de una estrategia publicitaria, esta iniciativa sirve para destacar el valor de las regiones vitivinícolas. La presencia de viñedos en lugares inesperados, como los aeropuertos, puede ayudar a fomentar el interés y el reconocimiento de estas áreas. Tal es el caso del Aeropuerto Internacional de Burdeos, que cuenta con un pequeño viñedo en la entrada principal para dar la bienvenida a los viajeros.
En conclusión, aunque parezca un lugar insólito para un viñedo, los aeropuertos están demostrando ser una prometedora nueva frontera para la industria vinícola. A medida que se sigan desarrollando estos proyectos, los viajeros de todo el mundo podrán disfrutar del sabor de los vinos locales incluso antes de poner un pie fuera del aeropuerto.