Cuando uno piensa en la viticultura, es inevitable imaginar amplias extensiones de viñedos bien cuidados, cuyo fruto dará origen a exquisitos vinos. Sin embargo, detrás de esta idílica postal, encontramos una meticulosa tarea que combina conocimiento y paciencia: la poda de la vid. Este esencial procedimiento se lleva a cabo en la demarcación de la DO Utiel-Requena, reconocida por producir uvas de primera calidad.
¿Qué es la poda de la vid y por qué se realiza?
La poda de la vid es una táctica de viticultura que se emplea para dirigir el crecimiento de las vides, centrándolo en las partes más fructíferas y propiciando la mejora de la calidad de la uva. Esta práctica conlleva la supresión selectiva de partes de la vid, como el sarmiento y la madera fructífera, así como de brotes y hojas.
Existen diversos motivos que hacen necesaria la poda. Primero, ésta permite el control del rendimiento y una adecuada regeneración de la planta. Adicionalmente, la poda regular favorece la aireación de la cepa y la entrada de luz, lo que puede potenciar la salud general de la vid y la calidad de la uva. Además, es un efectivo método para eliminar la madera vieja e improductiva, así como para controlar las enfermedades y plagas que podrían afectar al cultivo.
La temporalidad de la poda de la vid
El momento adecuado para la poda puede fluctuar en función del clima y de la variedad de uva. En el caso de la demarcación de la DO Utiel Requena, la mejor época para podar es durante el invierno. Este período, conocido como «poda en reposo», facilita el acceso a la vid dado que en ese instante no tiene hojas. Los meses recomendados para llevar a cabo esta tarea son desde diciembre hasta febrero.
En resumen, en el mundo de la viticultura, un correcto procedimiento de poda es fundamental para garantizar la salud de las cepas. Si asumimos esta tarea respetando los ciclos de la planta y prestando atención a sus requerimientos, facilitaremos la obtención de la uva en las mejores condiciones. Ésta es la base para elaborar al final del año los mejores vinos. No olvidemos que el buen vino, al igual que las grandes obras, requiere de tiempo y dedicación.