La fermentación es el corazón de la vinificación. En esa fase decisiva, la química se convierte en arte y la uva se transforma en vino. Pero también es el punto de mayor gasto energético y de insumos. Con SOSTWINE24, el sector vitivinícola da un salto hacia la modernización al diseñar una herramienta integral que permite vigilar de forma continua, precisa y no invasiva este proceso esencial.
Con un presupuesto de 1,95 millones de euros, el proyecto cuenta con la financiación del CDTI Innovación y los fondos Next Generation EU, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Coordinado por Intranox, reúne a empresas y bodegas de primer nivel con un objetivo común: impulsar una industria vinícola más eficiente, segura y sostenible.
Una herramienta pionera para la fermentación del vino
La clave tecnológica de SOSTWINE24 reside en los ultrasonidos de baja intensidad. Este sistema permite medir parámetros críticos de la fermentación alcohólica sin necesidad de extraer muestras ni alterar el producto. Frente a los métodos tradicionales, que suelen ser invasivos, lentos y con capacidad limitada, esta nueva solución abre la puerta a un control continuo y en tiempo real.
Con ello, las bodegas podrán anticipar problemas, corregir desviaciones y asegurar que cada fermentación se desarrolle en condiciones óptimas. El resultado esperado no es solo un ahorro de energía y recursos, sino también una mejora sustancial en la calidad organoléptica del vino, que se traducirá en aromas más finos, sabores equilibrados y mayor estabilidad.
Un consorcio de empresas y centros tecnológicos
El proyecto es un ejemplo de colaboración público-privada en el sector agroalimentario. Bajo la coordinación de Intranox participan Enkoa System, The White Team Consulting, Adegas Valmiñor y Bodega y Viñedos Pradorey, en colaboración con el centro tecnológico Tecnalia, impulsor de la propuesta científica.
A su vez, SOSTWINE24 cuenta con el respaldo de instituciones clave como la Federación Española del Vino (FEV), la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE), la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV), el Clúster Alimentario de Galicia (CLUSAGA) y la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León (VITARTIS). Este tejido de apoyos refleja la magnitud y el interés del proyecto para el conjunto del sector vinícola español.
Impacto en sostenibilidad y seguridad alimentaria
La fermentación es la fase que más energía demanda en toda la vinificación. Gracias a la monitorización continua, las bodegas podrán optimizar el uso de recursos y reducir consumos energéticos sin comprometer la calidad del vino.
Un aspecto decisivo es la seguridad alimentaria. La tecnología de SOSTWINE24 es completamente inocua y no invasiva, lo que significa que no existe riesgo de contaminación ni alteración del producto. Esta característica aporta un valor diferencial frente a otros sistemas de control que sí requieren contacto directo con el mosto o el vino en proceso.
En un contexto donde los consumidores valoran cada vez más la transparencia, la trazabilidad y la sostenibilidad, este tipo de innovaciones se convierten en garantía de confianza para el mercado.
De la investigación al viñedo: fases del proyecto
El desarrollo de SOSTWINE24 se plantea en varias etapas. Primero, se realizarán ensayos a nivel de laboratorio para perfeccionar la tecnología de ultrasonidos y validar su precisión en condiciones controladas. Después, los avances se replicarán en entornos de simulación real en dos bodegas de prestigio: Adegas Valmiñor y Pradorey.
La implementación se extenderá entre 2024 y 2025, con el objetivo de transferir resultados directamente a la práctica vitivinícola. Además, los investigadores no descartan que, una vez consolidada, la tecnología pueda aplicarse a otros sectores fermentativos como la cerveza o la sidra, ampliando el alcance de la innovación más allá del vino.

Hacia una industria vinícola más eficiente
La llegada de proyectos como SOSTWINE24 demuestra que la vitivinicultura puede ser tradición y vanguardia a la vez. El vino, producto cultural con siglos de historia, se enfrenta ahora al desafío de modernizarse sin perder su esencia. Tecnologías como esta no solo permiten reducir costes y consumo energético, sino también acercar a las bodegas, grandes y pequeñas, a la era de la digitalización inteligente.
En un escenario global cada vez más competitivo, España refuerza así su posición como país productor innovador, capaz de combinar patrimonio enológico con investigación aplicada y tecnología avanzada.
El futuro del vino: tradición con innovación
SOSTWINE24 no es solo un proyecto de I+D; es una puerta hacia el futuro del vino. Con él, la fermentación dejará de ser una etapa opaca para convertirse en un proceso transparente, controlado y optimizado. Los consumidores, por su parte, podrán disfrutar de vinos más equilibrados, seguros y sostenibles, sabiendo que detrás hay una revolución silenciosa de ciencia y tecnología.
¿Estamos preparados para un vino más sostenible, seguro y conectado al futuro? La respuesta, como siempre, estará en la copa.